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jueves, 3 de abril de 2025

Entre tú y yo

 

Entre tú y yo se interpone

el mundo de un velador.

 

En la pista las parejas

unen pasos en un fox.

 

Hablamos mucho de todo

mientras pensamos los dos

algo de distinto modo.

 

Mis manos buscan tus manos

por encima del mantel;

fuera el jardín mudo y frío,

escenario de ballet,

guarda una luna cansada

y unas estrellas sin fe.

 

Amable brillo del vino,

breve choque del cristal.

¿Por qué lejanos caminos

tus pensamientos irán?

 

Bailamos. Vieja delicia

de tu cuerpo entre mis brazos

y, en tus ojos, la caricia

fantasma de Amor cansado.

¡Ay, pobre amor moribundo:

fugaz escala de sueños

tendida de mundo a mundo!

 

Las dos de treinta relojes

asesinan la velada.

Fuera se espesa la noche

en su oscuridad sin alma.

 

La noche apenas nos mira

tras de sus ojos cegatos.

Un taxi, calles, tu casa,

adiós tras portal cerrado.

 

Breve cortejo de estrellas

sin lágrima ni respeto

quedan enterrando algo

en algún rincón del cielo.

 

Madrid, Febrero de 1.960.

domingo, 9 de febrero de 2025

Riberas del Jarama - versión corregida.

 

Riberas del Jarama

 

                   A Julita, el amor de mi vida

 

 

De las riberas solas del Jarama

¿recuerdas esa tarde en la espesura

en que tú me brindaste la hermosura

de tu cuerpo desnudo entre la rama?

 

¿Y luego aquella gloria sobre el suelo

entre el rumor del agua y su frescura

sin más cobijo, amor, ni cobertura

que el luminoso y grande azul del cielo?

 

Venus puso el encanto y la belleza,

Pan nos sonó en garganta de jilguero,

la tarde dio el sosiego y la pereza.

 

Fue nuestra alcoba el Universo entero

y, entre el fragor de la Naturaleza,[1]

el amor, primigenio y verdadero.

 

            Madrid, 16 de Junio de 1.996



[1] Corregido para conseguir la rima que requieren los tercetos de un soneto. Madrid, 2019. Revisado sin cambios. Madrid, 2025.

sábado, 16 de noviembre de 2024

El amor que persevera

 El amor que persevera

 

El próximo martes, día 19 de Noviembre, cumple años mi amor, mi bien, mi esposa Julia, Julita. Cumple ochenta y dos – yo tengo ochenta y cinco y pico -, y nuestro amor cumple más de sesenta. Y juro – “no jures por la Luna, la inconstante Luna”, le pedía a su Romeo la hermosa Julieta -, juro pues por la Tierra firme que nos sustenta, que nuestro amor fue, ha sido y es, constante, sincero, cálido y profundo, desde el primer día hasta hoy, y de hoy en adelante, y que nos ha proporcionado algo … que es lo más parecido a la Felicidad que pudiera imaginarse.

 

Por ello, en conmemoración, homenaje y glosa de tanta dicha, desempolvo mi vieja herramienta de comunicación, la quintilla y traigo aquí tan solo tres de ellas, que han de decir, con mucha más precisión que la que pudiera permitir la rudeza de la prosa, lo que me inspira tan gloriosa efemérides.

 


En el jardín de mi Amor
dichoso soy jardinero:
no es espontánea mi Flor,
precisa riego y calor,
luz y Cariño sincero.

Flor tan delicada y bella,
que un sólo olvido marchita
y desmaya una querella,
cuidado constante de ella
a diario necesita.

Pero, ¡qué exquisito el fruto
del Amor que persevera!
Te lo aseguro: disfruto
un edén, cada minuto,
de la dicha verdadera.

 

Sábado, 16 de noviembre de 2024

 

Francisco


jueves, 13 de octubre de 2022

Algunas de mis mejores quintillas

 Por qué la llamamos orquídea

De  Sortilegio botánico. Reto trovero.

De orquídeas yo le he de hablar
desde otros puntos de vista,
que al suyo se han de sumar
y de esta forma aclarar
alguna duda imprevista.

Y en botánico despego.
"Orchis" nombre es de cojón,
allá por su origen griego,
que, aunque no lo sepa el lego,
tiene buena explicación:

Si al pié de la orquídea hermosa
escarba un poco en los suelos
le sorprenderá una cosa:
junto a la raíz nudosa
verá dos bulbos gemelos.

Y aquí fue la pillería
del genial naturalista:
donde bulbos solo había,
por cojones los tendría
y en "Orchis" puso la pista.


Versos y sentimientos

Del mismo poemario

No hay doncella sin amor,
amor sin padecimiento,
sufrimiento sin dolor,
dolor sin secreto ardor
ni verso sin sentimiento.

Amapolas por los trigos

Del mismo poemario

Esa flor, que en primavera,
entre robles y quejigos,
en una suave ladera,
es una herida severa
que hace sangrar a los trigos.

sábado, 21 de agosto de 2021

Por qué ha de decirse el Amor

 

Pienso decir lo que siento

sin requisitos formales;

como lanzan los trigales

su fino polen al viento.

 

Que el hervor del pensamiento

brote en palabras cabales,

que los deseos carnales

descarguen su sentimiento.

 

Derramaré la dulzura

que me rebosa del centro

en torrentes de ternura.

 

Que amor que no va al encuentro

del ser querido, amargura

será, al pudrirse por dentro.

 

Madrid, sábado, 21 de agosto de 2021

viernes, 3 de enero de 2020

Una flor del mal


A Charles Baudelaire


Como un sorbo de absenta, venenoso y malvado,
el amor que me embriaga y me pudre y me enferma
me abrasa las entrañas y deja mi alma yerma
cual si un soplo de averno las hubiera rozado.

A tu belleza oscura me doy desesperado
mientras tú, fríamente, aguardas a que duerma
para absorber mis sueños con mi sangre y mi esperma
y ofrendarlos al ara que ensalza tu pecado.

Eres la sierpe impura de apetecible seda
que se enrosca en mi cuerpo y constriñe mi aliento
hasta el postrer suspiro de un agónico orgasmo.

Y, del placer maldito, por rédito me queda
la amargura profunda que emponzoña mi acento
y el dolor, enquistado en un convulso espasmo.

Madrid, viernes, 3 de enero de 2020.

viernes, 1 de noviembre de 2019

Riberas del Jarama


                   A Julita, el amor de mi vida


De las riberas solas del Jarama
¿recuerdas esa tarde en la espesura
en que tú me brindaste la hermosura
de tu cuerpo desnudo entre la rama?

¿Y luego aquella gloria sobre el suelo
entre el rumor del agua y su frescura
sin más cobijo, amor, ni cobertura
que el luminoso y grande azul del cielo?

Venus puso el encanto y la belleza,
Pan nos sonó en garganta de jilguero,
la tarde dio el sosiego y la pereza.

Fue nuestra alcoba el Universo entero,
y, entre el fragor de la Naturaleza,[1]
el amor, primigenio y verdadero.

            Madrid, 16 de Junio de 1.996



[1] Se sustituye este verso para evitar la falta de la rima que exige todo soneto. Madrid, 2019.

martes, 14 de noviembre de 2017

Conchita vive en el recuerdo

    
















En memoria

Conchita no se va sino se queda
entre las hojas pálidas del tiempo.
Como una mariposa detenida,
como una flor prensada en un cuaderno.

Queda en perfume de los almanaques,
en luz de estelas de fotografías,
en alma de lugares y de cosas.

No se va, no. Nosotros nos marchamos,
vida adelante, paso a paso, casi
sin quererlo, contando nuestras horas,
desgranando el rosario de los días,
que tensan el cordel de la memoria.
Ella se queda mientras caminamos,
prendido del sedal de los recuerdos
el pez del corazón, bien enganchado.

Conchita, hermana, amor, yo te recuerdo …
Yo te recuerdo … cuando humedecías,
rotos por la emoción, tus ojos tiernos.
Te los tuvieron que curar ¿te acuerdas?
y por curarlos te escribí estos versos:

¿Como podrá sin él vestir la Noche
el ruedo recamado de su Manto
a falta de su más preciada Gema?”

“Oye, Conchita, su gentil reproche
y devuelve a la Luz todo su encanto
y a la Nocturna Reina su diadema”. 

No queda Luz ni Noche ni Diadema,
ni Dulzura ni Encanto ni Corona:
solo nos queda el llanto sin tus ojos …
y el sedal del recuerdo anclado en las entrañas.


Madrid, lunes, 23 de octubre de 2017

domingo, 7 de septiembre de 2014

Lección de amor

En Agosto de 1.962 compuse mi primer epitalamio, dedicado a la boda de la hermana de mi novia; el 20 de Agosto pasado compuse el epitalamio nº 12, dedicado al hijo menor de mi hermano pequeño, que se casó ayer con su novia Patricia. Doce epitalamios a lo largo de 52 años. No es mucho.

Para Patricia y Luis. Ay madre mía, como si el Amor pudiera enseñarse.

De vuestro tío Francisco con mucha ternura.

Acceder al Amor como en un juego
de niños que se besan a hurtadillas
y advertir que se incendian las mejillas
en un intenso y deleitoso fuego.

Zarpar hacia la Luz del día luego,
surcar un dulce lago sin orillas,
dejar que las palabras más sencillas
vuelen entre las jarcias del sosiego.

Y promover la búsqueda del modo,
fuera de sí, de darse y de inmolarse,
ave y azor, placer y sufrimiento.

Y así sentir, vivir, querer ser todo
y perderse y morir y anonadarse:

Ser ascua viva y desfallecimiento.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Sus ojos viste de amor
















Aún no llega a la mitad,
de su sonriente vida,
María, la bien querida.
Y, en su serena beldad,
llega a la flor de la edad.
Esta chavala preciosa,
dulce, pícara, juiciosa,
de un nuevo año al calor,
sus ojos viste de amor
y su amor viste de rosa.

Madrid, miércoles, 26 de diciembre de 2012
Tu papá.

viernes, 23 de marzo de 2012

Sin duda es la rosa

Cosaute[1]


De todas las flores, la más voluptuosa

sin duda es la rosa.


De todas las flores que gastan corola

la más deslumbrante en bata de cola:

sin duda es la rosa.


De todas las flores que el aire embalsaman

y con sus aromas amores reclaman:

sin duda es la rosa.


Y con sus aromas invitan a amar,

que, con solo olerlas, se empieza a gozar:

sin duda es la rosa.


Y con sus aromas, cual la vez primera,

sahuman el lecho de la Primavera:

sin duda es la rosa.


Sahuman el lecho y al deseo llaman,

que enciende los pechos de aquellos que aman:

sin duda es la rosa.


Sahuman el lecho, nublan los sentidos,

do todos placeres serán consentidos:

SIN DUDA ES LA ROSA.



[1] Cosaute (también dicho defectuosamente cosante) o canción paralelística es, en cuanto a la métrica, una serie de pareados estróficos (generalmente de versos fluctuantes), que se separan uno del otro mediante un corto estribillo invariable. Rudolph Baehr – Manual de versificación española.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Cuando te sientes frágil

Cuando te sientes frágil me miras a los ojos

con sonrisa tan triste y desvalida

que me dan ganas de besar tus manos,

tomarte entre mis brazos

y acunar tu desmayo.


Cuando te sientes triste, descienden por tus ojos

lentas nieblas que enturbian tu mirada

y manan llanto, tan calladamente

que deseo achicarlas con mis besos

y arropar tu tristeza.


Cuando te sientes débil y la fiebre se asoma hasta tus ojos

y te pasma un fugaz escalofrío,

ante el progreso de la calentura

quisiera ser cobijo y medicina

y conjurar tus males.


Cuando, recuperada, convaleces, y se animan tus ojos,

y no sé cómo vuelve tu alegría,

ganas me dan de abrir cada ventana,

poner banderas y lanzar bengalas

y festejar tu vuelta:


el regreso final a la esperanza.

viernes, 8 de abril de 2011

Con eñe de cariño

Cogidos como novios de las manos,

cada uno del otro dulce dueño,

tejemos entre dos el mismo sueño

mientras, altos, derivan los vilanos.


Lucen radiantes los cabellos canos

al aire del agosto madrileño;

no cabe el corazón en el pequeño

recinto en que se adensan los veranos.


Va dejando su campo a la ternura

-esa firme argamasa del cariño-

el deseo, que mengua con los años.


Ajenos a la arruga y a sus daños

cultivamos del alma la hermosura:

el vino, viejo y el asombro, niño.

viernes, 25 de marzo de 2011

Manriqueña de adonde los ojos míos

¿Adonde los ojos míos

cada vez que no te ven

pueden mirar?[1]

Y ¿cómo, en sus desvaríos,

la falta del mayor bien

no lamentar?[2]

Y pues que, enfermos de ausencia,

lejos de ti se conduelen

abrumados,

déjate ver, que en presencia

de Amor serán, como suelen,

confortados.



[1] La primera sílaba de este verso se transfiere al final del anterior de acuerdo con la licencia poética llamada “compensación”.

[2] Igual que en el caso anterior.

viernes, 18 de marzo de 2011

El azul invariable


Una vez más, a mi nuera

Tatiana Bagachiova Valerievna


Los años otra vez, como una rueda

sobre la rúa atroz del almanaque;

los años otra vez, cuando la vida

se embalsa en plenitud en un remanso

en que las parcas tejen las urdimbres

que amarran el futuro a su destino;

los años otra vez, … pero los ojos

lucen igual y tan hermosamente …

como un azul que atravesara el tiempo,

insensible al crecer de la entropía,

ajenos a la humana decadencia

y a las flechas de Cronos …


Un azul invariable que yo veo,

pura esencia del alma,

con el asombro nuevo de estos míos

y el casto amor devoto del anciano.

viernes, 18 de febrero de 2011

Soneto de amor al estilo antiguo

Por saberme de ti, de haber nacido
mereciera sin duda la dolencia,
y en ese amor, celeste incandescencia,
haber al fin de tal manera ardido.

Glorioso estoy, al par que dolorido
de la luz y el rigor de esta sentencia,
pues si me abrasa el sol de tu presencia
de tu ausencia el frior hame aterido.

Hazme vivir prendido en tu mirada
que, aunque me mortifiquen tus desdenes,
he de tener tu vista por consuelo,

o si no, por tu olvido desnortada,
exíliame muy lejos de mis bienes,
ave sin rumbo que perdió su cielo.

viernes, 21 de enero de 2011

Entre la tierra y la mar

Entre la tierra y la mar

tengo el amar repartido.

[Amor que de puerto zarpa

pronto dará en el Olvido].


Tengo el amar repartido

entre la tierra y la mar.

[Amar es cosa de un día;

lo eterno es el marear].


Repartido con la mar,

el Amor lo tengo en tierra.

[por lejos que el mar me lleve

en volver mi Amor se emperra].


[Vuélveme, Amor, los vientos de aventura

que uncían las sirenas a mi quilla,

vuélveme la ilusión y la locura

antes que me desguace en esta orilla].

viernes, 24 de diciembre de 2010

Dicen que cabe la mar

Dicen que cabe la mar
entera en la caracola.
Allí se puede escuchar
el repetido bramar
con que rueda cada ola.

Dicen que cabe un pinar
entero en unas simientes:
pino silvestre o albar,
rodeno o pino del mar,
en mil piñones recientes.

Dicen que cabe la vida
en el soplo de un suspiro:
la tierna infancia dormida,
la juventud florecida,
la vejez en su retiro.

Dicen que cabe el amor
en el delirio de un beso,
en el olor de una flor,
en la espina de un dolor
o en celos, bajo su peso.

Vidas, mares o pinares
caben en un solo sueño.
El Amor y sus pesares,
sus delirios, sus achares
no caben, no. ¡Es tan pequeño!

viernes, 12 de noviembre de 2010

Oración para el culto de la diosa Afrodita


Eran tu pelo umbrío y el olor de tu cuerpo

el reclamo infalible que amartillaba el ansia;

te anhelé por cien noches y más tarde te tuve

y te odié por ser menos que tu imagen perfecta

y te adoré por ser para mí mas que un sueño

y te quise por ser para mí más que carne.


Luego que me dejaste, definitivamente,

a pesar del deseo nunca intenté buscarte,

temeroso de hallarte inferior a ti misma,

de arruinar el recuerdo con tus rasgos mortales,

con el bajo apetito de un cuerpo exuberante,

que profana la sacra latría de una diosa.


Te tengo muy presente, deidad maculada,

cada vez que celebro oficios de lujuria.

Hasta ti los elevo como una ofrenda impura

al pubis cavernoso de tus sacerdotisas,

y entrego entre estertores los flujos sementales

de mi cetro viril al anhelante vaso.


Todo el dulce placer que ilustra nuestras vidas

es tan sólo reflejo de tu excelso arquetipo.

¡Ah diosa venerada, oye otra vez mis preces:

manifiesta en la amada tu belleza infinita

instrúyela en las artes de seducción que ciñes

y otórgame el potente talismán del deseo!

viernes, 22 de octubre de 2010

Noche de amor

Eché a volar mi palabra

a que anidara en tu oído.

- Amor, amor – susurraba

mientras hacía su nido.

-Amor, amor – repetías –

seas Amor bienvenido.

- Amor, amor – redoblaba

el tambor de mi latido.


Te recibí entre mis brazos,

cuerpo desnudo y garrido,

y te conduje entre halagos

al loco umbral del gemido.

En dulcísimos contiendas

la noche se nos ha ido:

hasta los filos del alba

el amor no se ha rendido.