domingo, 29 de junio de 2008

Epitalamio para Mariana, que se casa con Güis

En forma de silva

¿Qué va a decirte del Amor un viejo
que tú ya no lo sepas, criatura?
El arte del querer se aprende amando,
no escuchando el consejo
de quien, de amar, perdió la dentadura,
y sólo la ternura
de ver amar lo sigue sustentando.

Y aunque de cuando en cuando,
al socaire de un beso,
puro recuerdo, la nostalgia aflora
y agobia al corazón bajo su peso
de manera que, blando,
goza llorando lo que tanto añora,
Amor es hoy, presente, puro ahora,
del que el ayer heredará cenizas.
Y sueños del mañana …

Goza entonces sin tregua, sé señora
de Güis y de esta hora,
del futuro que asoma a tu ventana …

Sé dichosa sin límites, Mariana
(1).


Colmenar Viejo, 26 de Junio de 2008

Mariana es la hija mayor de mi hermana pequeña. Este epitalamio en forma de silva que le dedico es el décimo que hago en mi vida, cuando hace ya cerca de cincuenta años que compuse el primero. Como comenté antes de declamarlo en la boda correspondiente, las nueve parejas anteriores continúan normalmente su convivencia sin que ninguna se haya disuelto ni separado: una eficiencia taumatúrgica del cien por cien que ya desearían tener jueces, alcaldes, concejales, curas u otros casadores profesionales.

martes, 24 de junio de 2008

¡¡¡¡¡GOOOOOOOOOOOOL!!!!! en el planeta de los simios

A su dios reza un primate
por la victoria en la cancha
de once simios que defienden
el honor patrio a patadas.

Todo consiste en meter
la pelota por la escuadra
enemiga, si les deja
la tropa hostil y contraria.

Las gradas hierven y rugen
cuando arrancan su algarada
los cinco simios en punta
que las defensas horadan.

Un gallardo orangután
sirve en bandeja de plata,
con pase largo y cruzado,
al chimpancé que remata.

Y, aunque el ágil cuadrumano
que la meta cela y guarda
apenas deja resquicios
en su densa telaraña,

el disparo inverosímil,
de mortífera metralla,
curvo en su efecto infernal,
la malla final taladra.

¡¡¡¡¡GOOOOOOOOOOOOL!!!!! Aullido colectivo
de las infrahumanas almas
que los medios amplifican
y tabletean las tracas.

¡¡¡¡¡GOOOOOOOOOOOOL!!!!! Orgasmo sincopado
de muchedumbre alienada,
banderas y tatuajes
con pintura rojigualda.

¡¡¡¡¡GOOOOOOOOOOOOL!!!!! Torrente de empatía
que por las gradas iguala
a las bajas galerías
con las altas andanadas,


desde el gorila bestial
hasta la mona empolvada,
el diminuto tití
o el monosabio de plaza.


- ¡Mirad como gozan juntos
desde el mendigo al monarca,
del policía al ladrón,
del cura a la suripanta!

- Es cierto que existe Dios
puesto que Dios nos ampara
con este gol que nos brinda
la semifinal soñada.

- ¡Honor al solar común!
¡Gloria a la Patria preclara!
Malnacido el que recuerde
la miseria cotidiana.

[Un pitecantropo erecto,
vil pensador de la Caca,
indiferente a la gloria
que comportaba la hazaña,

por no mostrar entusiasmo
ante las proezas patrias,
entre befas y denuestos
fue linchado en una plaza.]

viernes, 20 de junio de 2008

A destiempo

Esas palabras que te vienen cuando
su tiempo ya pasó e inoportuno
resulta ya decirlas a ninguno
porque ninguno las está aguardando.

El gesto mudo que murió amagando
un paso, una caricia, un beso, uno,
que acaso a tiempo fuera el oportuno
a retener la dicha, … Pero ¿cuándo? …

- Si hubiera marcha atrás … si retenido,
como un deuvedé, pausar pudiera
aquel preciso instante, aquel momento …

y asi enmendar aquel tentar fallido …
y decir lo que entonces no dijera …

- ¡Cállate, corazón! No hay otro intento.

martes, 17 de junio de 2008

Mano y paciencia

Ya no estoy para amar y, sin embargo,
mi viejo corazón aún persevera
en mantenerse en su gozoso cargo
de amar al hilo de la Primavera.

Un busto audaz me saca del letargo,
un dulce sonreír mi sangre altera
e, imaginadamente, mano alargo
hacia la carne en flor que carne espera.

Y en esto para todo porque, luego,
el gendarme interior, miedo o prudencia,
apaga los rescoldos de mi fuego.

Que, a los que atesoramos experiencia,
cuando nos tienta el diosecillo ciego
nos consuela la mano y la paciencia.

Madrid, martes, 13 de mayo de 2008

jueves, 5 de junio de 2008

El primor de nuestras vidas

A Lupe y a María ,
las hijas primogénitas de mi mejor amigo y mía, respectivamente.

Nacisteis de un suspiro de amor de vuestras madres
que, entre todos los muchos, sin duda fue el primero,
y, sin duda, el más hondo, detrás de aquel “si quiero”
otorgado al ardiente querer de vuestros padres.

Las niñas de los ojos. Fuisteis el Sol señero,
los diáfanos espejos de un luminoso día
que vestidos de carne la Aurora nos traía
como primicia tierna del tiempo venidero.

Crecisteis. Con vosotras creció vuestra dulzura,
se amplió el horizonte gentil de vuestros sueños
y se abrieron caminos, praderas y avenidas.

Tan cerca de vosotras moró nuestra ternura
que casi se podían tocar esos pequeños
detalles que suponen la sal de nuestras vidas.


Madrid, jueves, 15 de mayo de 2008

miércoles, 4 de junio de 2008

La mala muerte

Asido aún a ese poder sangriento,
el gesto duro aún, aún pavoroso
el aparato de opresión montado;
así hasta tu final, atrincherado,
vuelto de espaldas al sepulcro abierto,
disputando a la tierra palmo a palmo
cada jirón de vida de tu cuerpo

así me imaginé cien veces verte.
No resignado ni contrito. Muerto,
PERO MAL MUERTO.

Así, insensible al morbo que te mina,
ciego a la ingente ruina de tu reino,
sordo a la algarabía de los buitres
que disputan tus restos,
llevando hasta el final el odio intacto
y la venganza al borde de tu féretro,

así me imaginé cien veces verte.
No resignado ni contrito. Muerto,
PERO MAL MUERTO.


Así, despedazado,
de Frankenstein engendro redivivo,
cibernéticamente controlado,
hibernado, inducido,
electrónicamente estimulado.
Así, entregado al trajinar simiesco
de treinta enloquecidos matasanos,
así, borracho de la sangre ajena,
así, contra los años,
así, contra Natura,
así, así, por fin
y por tu afán de mando desmedido,
contra el desesperado
anhelo de descanso de tus huesos,

así me imaginé cien veces verte.
No resignado ni contrito. Muerto,
PERO MAL MUERTO.


Así, al final, sin tiempo, apresurando
un gesto de perdón cara a la Historia
(un gesto improvisado de aparente perdón
para salvar la cara,
que no acierta a encubrir viejos enconos
y alerta alucinadas vigilancias
una vez más frente al Masón y al Rojo);


Así, sin declinar tu paranoia
de obseso "Centinela de Occidente",

así me imaginé cien veces verte.
No resignado ni contrito. Muerto,
PERO ENCARANDO MAL TU ÚNICA MUERTE.

Madrid, 20-11-75