viernes, 29 de mayo de 2009

Desenfreno












Quiero montar a pelo la blancura
que tu carne ilumina y enaltece;
quiero morder la rosa que te crece
en cada pecho, cumbre de hermosura.

Quiero soliviantar de tu postura
el sereno yacer que la embellece,
y avivar el deseo que enloquece
ya de lujuria tu mirada impura.

Quiero lamer el vello de tu vientre,
degustar el dulzor de tu saliva
y el sacro pubis profanar sin tregua

Quiero follarte allí donde te encuentre:
desenfrenado Pan, Venus lasciva,
potente garañón, ardiente yegua.

domingo, 24 de mayo de 2009

Anhelo insatisfecho

Escamas de silencio,

pentagrama de ausencias,

vértigo oscuro de soledad, tristeza.

 

Te busqué tantas veces

sin encontrarte nunca

aunque sintiendo cerca

el hálito intangible de tu presencia viva,

fugitiva, huidiza, deseada,

ardientemente amada y perpetuamente elusiva …

 

Errante e incompleto,

vagué fuera de mí tentando en vano

el albur de tu hallazgo,

repetida, tenaz y contundentemente refutado.

lunes, 11 de mayo de 2009

Liras de primavera

Llega ya Primavera

del yerto territorio del Invierno

a esmaltar la pradera

del nuevo verde tierno

y el don floral de su retorno eterno.

 

Los botones de oro,

la verónica azul y recoleta

y, en colorido coro:

la primera violeta,

narciso ensimismado, lis coqueta.

 

El penacho morado

que flamea en la espiga del cantueso

penitente rizado,

grave sin haber peso,

extiende su pesar por llano y teso.

 

Por los verdes alcores

amapolas los trigos enrojecen

mientras que, flor de flores,

margaritas ofrecen

albur que los amores estremecen.

 

La blanca mariposa

ha copiado la rosa del guisante

o la corola airosa

del ciclamen galante,

o la glicinia péndula o colgante.

 

El agua y su frescura,

que en surtidor, al aire, salta y juega,

en la fuente murmura,

y, por la amena vega,

ya acequia, el arriate inunda y riega.

 

Las brisas más suaves:

el céfiro sutil o el aura amiga

el canto de las aves

ya por su silbo liga

o dulce arrullo o rústica cantiga.

 

En mágicos jardines,

los racimos de lilas olorosas,

los mirtos, los jazmines

y las fragantes rosas,

sus esencias combinan, voluptuosas.

 

Y el aire, embalsamado,

solo un mero susurro entre la rama,

va llevando el recado

de todo aquel que ama

a aquella que lo aguarda y lo reclama

 

Que entera la Natura:

flores,  aguas y brisas placenteras,

con su encanto procura

todas las primaveras

servir, de Amor, las armas y banderas.

viernes, 1 de mayo de 2009

Cómo componer una espinela

Una espinela se hace

armando una redondilla

en que de forma sencilla

la rima entera se abrace.

Luego, dos versos de enlace,

por los cuales se introduce

nueva rima que conduce

al centro de otra cuarteta;

cuya factura completa

el verso que aquí se luce.

NOTAS.- 1. Espinela. Décima compuesta por diez versos octosílabos con rima consonante según el esquema abbaaccddc. Puede considerarse formada por dos redondillas con rima abrazada unidas por dos versos centrales de enlace, de los que el primero hereda la rima de la primera redondilla y el segundo inicia la rima de la segunda. Fue popularizada por Vicente Espinel entre los siglos XVI y XVII, de ahí su nombre.

2. Rima abrazada. Disposición en la rima de los cuartetos o redondillas por la que el primer verso rima con el cuarto, y el segundo con el tercero.

3. Redondilla. En nuestro caso, en sentido estricto, estrofa formada por cuatro versos octosílabos con rima consonante abrazada.

4. Cuarteta. En sentido amplio, composición formada por cuatro versos de arte menor. En nuestro caso se usa como sinónimo de redondilla