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domingo, 27 de julio de 2014

Los buitres de Sión


Bajos vuelan los buitres de Sión,
siniestra plaga
que patrulla los aires infectados
de hedor de muerte.
Bajos vuelan, las garras preparadas
y los corvos, feroces, fuertes picos
tintos en sangre martir
y restos de la carne deglutida.

Bajos vuelan los buitres de Sión
sobre los vientres
aún calientes de las embarazadas,
los ojos espantados de los niños.
Bajos vuelan, oteando la carroña,
muertos que hieden junto a muertos vivos
sin llanto ya, sin alma, sin espanto
por entre los destrozos de la ruina.

Bajos vuelan los buitres de Sión
mientras contemplan
con regocijo el pánico abatido
sobre el mísero pueblo que aún aguanta.
Bajos vuelan, vigilan y se ensañan
con cualquier rebullir que indique vida,
cobijo o resistencia,
canto o clamor ajeno a su dominio.

viernes, 16 de enero de 2009

Verdugos de Sión

Verdugos de Sión,  habéis logrado

un sitio entre los monstruos terrenales;

habéis ganado puestos

en el “ranking” mundial de los infames:

de los profanadores de sepulcros,

bebedores de sangre,

violadores de niños

ante los mismos ojos de sus madres.

 

Verdugos de Sión, habéis vencido:

ya sois tan execrables

como el que exterminaba a los judíos

en los hornos horrendos de Mathausen,

el que los señalaba

con la marca infamante

de las seis puntas hacia el matadero

industrial, en cadena, inexorable.

 

Verdugos de Sión: habéis manchado

la herencia de nobleza venerable

de la víctima pura,

el cáliz redentor de aquella sangre;

habéis prostituido su palma de martirio

por las treinta monedas materiales

del poder corrompido. Una victoria

sin otro porvenir que otro desastre.

 

Verdugos de Sión: no sois judíos,

no sois del pueblo laborioso, amable,

que tanto cautivó con su utopía

de paz y convivencia perdurables.

No podéis ser de quienes padecieron

sin buscar la revancha en otra parte,

sin pretender hacer pagar al débil,

con las prestadas artes militares,

lo que el fuerte les hizo;

sin la venganza inicua del cobarde.

 

Verdugos de Sión: sois la vergüenza,

hez de los criminales,

no del hebreo, que os dará la espalda

el día, pronto o tarde,

que caiga por su peso la careta,

mas del hombre común que nada sabe

de monsergas de tierras prometidas,

y os juzga ya por crímenes bestiales.


 

miércoles, 7 de enero de 2009

Sión en Gaza

Sois el nazi, arrogante en el dominio,

superior en las armas, prepotente,

insensible al dolor del inocente

porque os guía Yahvé en el exterminio.

 

Racismo teologal por raciocinio;

exclusión por dictamen concluyente;

terror y destrucción letal e ingente:

… y la ruina final por vaticinio.

 

Si quien os vio os viera de esta traza:

travestidos verdugos militares,

tanques, aviones, muertos por millares …,

 

diría: ¡contemplad: Sión en Gaza,

Hitler los mira al fin con justo orgullo,

pues su odio hacia el Otro es como el suyo!

jueves, 3 de abril de 2008

Racismo teológico

(Sonetillo con estrambotillo
pero no antisemitillo, que semitillos también,
además de los hebreillos (la mayoría más buenos
que el panecillo),
son los morillos, arabillos y muchos cristianillos,
pero sí antisionillo porque lo sionillo es un gran error,
que no errorcillo)


El racismo es el error
que, entre las razas humanas,
distingue enfermas de sanas,
siendo la propia mejor,

y, al creerse superior,
sin contemplaciones vanas,
esclaviza a las insanas
en su rol dominador.

Y el más radical de todos
los racismos que yo veo
siempre asentó su Verdad,

con teológicos modos,
en el Supremo Deseo
de la Absoluta Deidad.

Mas digan, por Caridad,
si Dios ya eligió al hebreo,
¿qué pintan moros ni godos
en su Infinita Bondad?

martes, 18 de marzo de 2008

Qué poco va de víctima a verdugo

Si con Nerón, cruel, o Diocleciano
el de Cristo fue pasto de la fiera,
en el nombre de Cristo irá a la hoguera
sin tardar el hereje y el pagano.

Si el nazi en su rigor más que inhumano
exterminar judíos pretendiera,
a poco, ya Israel, cruel hiciera
palestino holocausto por su mano.

No es éste, no es aquel. Es la ralea
de Caín, por la Tierra que agoniza,
que difunde cual plaga su simiente.

Es la Bestia Infernal que se recrea
en extender el Mal y se encarniza
con aquel que resiste dignamente.

¿Cómo el grano apartar de la cizaña?
¿Cómo saber qué es mies o mala hierba
si son indiscernibles en la entraña?

¡Acaba de una vez, ponzoña acerba!