viernes, 29 de octubre de 2010

Aviso: Cursillo de teoría y práctica de composición de poemas

TEFA-Estudio del Canto y Desarrollo vocal

Olga Manzano

Taller de versificación española

Cómo componer versos con medida, ritmo y rima. Teoría y práctica

Monitor-orientador: Francisco Redondo Benito de Valle – Titulado universitario y poeta.

Referencias: http://ciposfred.blogspot.com

http://www.mundopoesia.com/foros/taller-de-poemas-con-metrica-y-rima/

Duración: 24 horas lectivas a lo largo de 12 semanas.

Ubicación del taller: C/Saavedra Fajardo, 7 Madrid. Metro Puerta del Ángel, línea 6.

Información y preinscripción:

En TEFA, tfno. 91 523 12 45

e-mail: olga.manzano@telefonica.net

Temario: El verso español y sus elementos. Medición de las sílabas. El ritmo. La rima. Clases de versos isosilábicos. Combinaciones métricas. Combinaciones de series no estróficas. Las formas de estrofa abierta. Formas de composición fija: lira, silva, soneto, etc.

El canto y el culantrillo

Tan solo un canto rodado

y un ramo de culantrillo:

Ah quel beau petit cadeau!

Canto que el agua ha tallado

y, de Afrodita, el flequillo:

Comment le cadeau c’est beau!

Si lo pidiera María,

si María lo pidiera

aunque otra cosa no hiciera

con gusto se lo daría.


Mi hija María me pidió que le trajera del balneario de Jaraba tras de mi estancia una piedra del río Mesa y una ramita de culantrillo, cosa que hice. Y como estaba estudiando los tipos de décimas le escribí esta de tipo 6+4, con un par de versos en francés puestos a propósito de lo exquisita y “chic” (ahora se dice “pija”) que me ha salido mi querida hija. En lo de canto juego con el doble sentido de piedra de río y de canción, y lo de Afrodita viene a cuento de que el culantrillo, helecho muy abundante en el entorno del balneario, se llama también “cabello de Venus” (en Botánica, Adianthus capillus-veneris), y de Venus a Afrodita hay solo un tránsito de culturas.

viernes, 22 de octubre de 2010

Noche de amor

Eché a volar mi palabra

a que anidara en tu oído.

- Amor, amor – susurraba

mientras hacía su nido.

-Amor, amor – repetías –

seas Amor bienvenido.

- Amor, amor – redoblaba

el tambor de mi latido.


Te recibí entre mis brazos,

cuerpo desnudo y garrido,

y te conduje entre halagos

al loco umbral del gemido.

En dulcísimos contiendas

la noche se nos ha ido:

hasta los filos del alba

el amor no se ha rendido.

domingo, 17 de octubre de 2010

Análisis métrico del soneto “A un capitán de navío”, de Rafael Alberti

Homme libre, toujours tu chériras la mer!
CHARLES BAUDELAIRE

Sobre tu nave – un plinto verde de algas marinas,
de moluscos, de conchas, de esmeralda estelar -,
capitán de los vientos y de las golondrinas,
fuiste condecorado por un golpe de mar.

Por ti los litorales de frentes serpentinas
desenrollan al paso de tu arado un cantar:
- Marinero, hombre libre, que las mares declinas,
dinos los radiogramas de tu Estrella Polar.

Buen marinero, hijo de los llantos del norte,
limón del mediodía, bandera de la corte
espumosa del agua, cazador de sirenas;

todos los litorales amarrados del mundo,
pedimos que nos lleves en el surco profundo
de tu nave, a la mar, rotas nuestras cadenas.

Rafael Alberti 1924


Este soberbio soneto forma parte del primer libro de poemas de Rafael Alberti, Marinero en tierra, por el cual recibió a sus 22 años el Premio Nacional de Literatura, concedido por un jurado integrado, nada más y nada menos, que por Antonio Machado, Ramón Menéndez Pidal y Gabriel Miró.
El poema glosa y desarrolla el famosísimo verso de Charles Baudelaire que le sirve de lema y, en consecuencia da vueltas una y otra vez alrededor de la idea base:
Tierra firme = contexto fijo, inmóvil, estático, conservador, anclado, “amarrado” a la roca versus Mar = contexto mudable, incierto, abierto a todas las posibilidades, y, sobre todas, a la aventura, al riesgo y a la libertad.
¿Cómo no ver en la figura de ese capitán la de todos los osados surcadores del mar (de la mar) en busca de nuevos horizontes y nuevas experiencias entre el vértigo de los abismos desconocidos con el resuello de los dioses, genios y monstruos marinos llenando las velas? ¿Cómo no recordar los periplos fantásticos de Odiseo (o Ulises) de Ítaca o de Simbad, el bagdadí? O más modernamente ¿cómo no ver a la caterva de descubridores, conquistadores de nuevas tierras, de piratas, con el cuchillo entre los dientes, el tesoro en la cueva y los ojos borrachos de niebla y azul de mar? El escenario está ilustrado mediante la potente invocación mediante metáforas de todos los elementos oceánicos necesarios: algas, moluscos, conchas, astros que envían radiogramas – figura de rabiosa modernidad técnica para aquellas fechas -, sirenas, quillas como arados del mar, surcos que transportan, litorales serpentinos y amarrados que claman por su instante de libertad ROTAS SUS CADENAS – MAR = LIBERTAD.
Desde el punto de vista métrico formal destacan en el soneto el empleo del verso alejandrino, rescatado y vuelto a la moda por la acción innovadora del Modernismo, movimiento al que ya no pertenece este poeta, pero del que se encuentra relativamente cercano en el tiempo; y el uso, en el contexto del soneto y del arte mayor, de algunas terminaciones agudas de versos y hemistiquios – en concreto, tienen terminación aguda cuatro versos y un primer hemistiquio. Se ve que la poesía de arte mayor medida y rimada de comienzos del siglo XX se había liberado por fin de la vieja – e infundada, según mi opinión – prohibición de Fernando de Herrera y sus secuaces.
Revisión de los tipos de heptasílabo
Habida cuenta de que el alejandrino es un verso compuesto por dos hemistiquios heptasilábicos separados por una cesura central parece pertinente recordar los tipos de heptasílabos, ya que el análisis de los alejandrinos de este soneto se hará por medio del de sus hemistiquios. Veamos entonces.
El heptasílabo es el verso de siete sílabas, también llamado, como el hexasílabo, verso de redondilla menor, o anacreóntico o de endecha.
La única condición en cuanto a la disposición de los acentos es que la sexta sílaba métrica ha de estar acentuada, mientras que las contiguas, 5ª y 7ª, deben ser átonas. La posible existencia de otros acentos sobre alguna o algunas de las primeras cuatro sílabas determinan los diferentes ritmos del heptasílabo y, a su vez, los diferentes tipos de esta modalidad de versos. Son estos (entre corchetes la anacrusis):
1) Trocaico (o yámbico), con anacrusis en la 1ª sílaba y acentos en 2ª, 4ª y 6ª (alguno de los dos primeros puede faltar):
Y todo bulle y vive [o] óo óo óo - trocaico completo
El sabio con corona [o] óo oo óo - trocaico incompleto 2-6
Como león semeja [o] oo óo óo - trocaico incompleto 4-6
2) Dactílico (o anapéstico), con las dos primeras sílabas en anacrusis y acentos en 3ª y 6ª::
Cien insectos alados [oo] óoo óo
3) Mixto de tipo A (periodo rítmico = dáctilo + troqueo), con acentos en 1ª, 4ª y 6ª sílabas:
Dórida ingrata mía, óoo óo óo
4) Mixto de tipo B (periodo rítmico = troqueo + dáctilo), con acentos en 1ª, 3ª y 6ª sílabas:
Islas blancas y verdes óo óoo óo
Si los versos no fueran llanos los esquemas métricos anteriores se mantienen si bien, si fueran agudos, la última sílaba gramatical sería la 6ª métrica, y, si fueran esdrújulos, la antepenúltima sílaba gramatical sería asimismo la 6ª métrica.
Análisis métrico. - Vayamos pues al análisis verso a verso. Al principio de cada uno indicaré su número de orden en el soneto. Las sílabas tónicas irán en negritas, y aquellas en que recaigan los acentos de intensidad, además, en rojo. Las sinalefas irán entre paréntesis (), las cesuras se denotarán con doble barra //.
1 So-bre-tu-na-(ve – un)-plin-to // ver-de-(de al)-gas-ma-ri-nas, -> trocaico incompleto 4-6 (ti46) // mixto de tipoB (mB)
2 de-mo-lus-cos,-de-con-chas, // (de es)-me-ral-(da es)-te-lar -, -> dactílico (d) // d agudo
3 ca-pi-tán-de-los-vien-tos // y-de-las-go-lon-dri-nas, -> d // mixto de tipo A (mA). No habiendo sílaba acentuada de la 1ª a la 5ª del segundo hemistiquio se recomienda cargar el énfasis acentual necesario sobre el artículo las (la 3ª ).
4 fuis-te-con-de-co-ra-do // por-un-gol-pe-de-mar. -> mA // d agudo. En el primer hemistiquio se hace necesario forzar un falso acento sobre la 4ª sílaba para salvar una secuencia excesiva de 4 sílabas átonas. En el segundo se detecta un ligero efecto antirrítmico de la 2ª sobre la 3ª, ambas tónicas y contiguas.
5 Por-ti-los-li-to-ra-les // de-fren-tes-ser-pen-ti-nas -> trocaico incompleto 2-6 (ti26) // ti26
6 de-sen-ro-llan-al-pa-so // de-(tu a)-ra-(do un)-can-tar: -> d // d agudo
7 Ma-ri-ne-(ro, hom)-bre-li-bre, // que-las-ma-res-de-cli-nas, -> d // d. En el primer hemistiquio el énfasis acentual de hom decae por razón de la sinalefa y la contigüidad a la 3ª acentuada.
8 di-nos-los-ra-dio-gra-mas // de-(tu Es)-tre-lla-Po-lar. -> mB // d agudo. En el primer hemistiquio se hace necesario crear un falso acento sobre los, por no haber ninguno entre la 2ª y la 5ª.
9 Buen-ma-ri-ne-ro,-hi-jo // de-los-llan-tos-del-nor-te, -> mA // d. En el primer hemistiquio el acento de intensidad sobre la 6ª provoca el hiato con respecto al final vocálico de la sílaba anterior.
10 li-món-del-me-dio--a, // ban-de-ra-de-la-cor-te -> ti26 // ti26
11 es-pu-mo-sa-del-a-gua, // ca-za-dor-de-si-re-nas; -> d // d. A destacar: el elegante encabalgamiento entre este verso y el anterior.
12 to-dos-los-li-to-ra-les // a-ma-rra-dos-del-mun-do, -> mB // d. En el primer hemistiquio se recomienda situar un falso acento sobre los para salvar la secuencia átona de la 2ª a la 5ª.
13 pe-di-mos-que-nos-lle-ves // en-el-sur-co-pro-fun-do -> ti26 // d.
14 de-tu-na-(ve, a)-la-mar, // ro-tas-nues-tras-ca-de-nas. -> d agudo // mB. En el segundo hemistiquio se hace necesario, como en casos anteriores, acentuar la 3ª sílaba, habitualmente átona.
Resumen.- Según se puede advertir la estructura del poema es polirrítmica; se usan casi todos los tipos de heptasílabo en los hemistiquios. La estadística de tipos es como sigue:
Trocaico completo ………………………………….. 0
Trocaico incompleto 2-6 …………………………… 5
Trocaico incompleto 4-6 …………………………… 1
Dactílico ……………………………………………… 15
Mixto de tipo A ……………………………………… 3
Mixto de tipo B ……………………………………… 4
Se registran cuatro hemistiquios agudos a fin de verso y un solo hemistiquio agudo a principio de verso. No se han usado hemistiquios con final esdrújulo.
Rima.- Se emplean dos rimas en los cuartetos y tres en los tercetos. Son rimas consonantes perfectas bien contrastadas en uno y otro caso, y con cuidado de evitar asonancias entre ellas. Se utiliza rima aguda en cuatro versos de los cuartetos.
La rima de los cuartetos es cruzada, menos habitual que la abrazada; la de los tercetos tampoco está entre las más habituales, pero cumple bien con las tres condiciones básicas: 1) No dejar versos sueltos; 2) Establecer como mínimo un enlace de rima entre ambos tercetos; 3) Que no hayan tres o más versos consecutivos con la misma rima. El esquema de la rima del soneto es:
ABAB ABAB CCD EED
A = - inas; B = - ar; C = - orte; D = - enas; E = -undo.

viernes, 8 de octubre de 2010

Perdedor

Te lanzaste a la lucha y de sobra sabías

que el contrario jugaba con las cartas marcadas

en sus turbios garitos. Con las manos atadas,

perder era lo menos que encontrarte podías.


Mas la vida nos lleva a contiendas sombrías,

a lides desiguales que no han de ser ganadas

por más que nos avalen credenciales sobradas,

y un juego del que excluyes sucias tafurerías.


¡Perdedor! No hay mancilla si se pierde con honra;

sólo el bribón reclama ganar en todo caso

aunque el triunfo se logre con artes de bandido.


La religión del éxito comporta la deshonra,

el crimen que exorciza la sombra del fracaso.

En dignidad ganaste lo poco que has perdido.

viernes, 1 de octubre de 2010

Versos y rimas agudos

Hay en poesía como una norma no escrita que funciona en cuanto a la composición magistral en versos de arte mayor desde el siglo XVI hasta el Modernismo y que estriba en considerar inadecuados los versos que terminaran en palabra aguda, al menos para aquellos versos en que se contaran más de ocho sílabas.

Sobre el uso o no de finales agudos en los versos la verdad es que no he hallado mucha referencia ni prohibición ni consejo en contra en la literatura sobre métrica de que dispongo (Rudolph Baehr, Domínguez Caparrós, Antonio Quilis …).

No obstante trataré de razonar al respecto: la lengua española es como se sabe una lengua paroxítona (llana) como también lo es el italiano, a diferencia del francés y el catalán que son oxítonos (agudos). Por esa razón en castellano abundan más las palabras llanas y toda la métrica del verso considera como hipótesis de base su terminación en palabra llana. Por ello es lógico que los finales de verso sean mayoritariamente llanos, pero de ahí a asegurar que la terminación aguda sea de alguna manera defectuosa hay un abismo aventurado que pasa por alto la existencia de numerosos ejemplos magistrales:


Soneto XXVII – Garcilaso de la Vega

Amor, amor, un hábito vestí

el cual de vuestro paño fue cortado;

al vestir ancho fue más apretado

y estrecho cuando estuvo sobre mí.

Después acá de lo que consentí

tal arrepentimiento me ha tomado

que pruebo alguna vez, de congojado

a romper esto en que yo me metí

etc.


o el


Romance del prisionero (uno de los que más me gustan)


Que por Mayo era, por Mayo,

cuando hace el calor,

cuando los trigos encañan

y están los campos en flor

cuando canta la calandria

y responde el ruiseñor,

cuando los enamorados

van a buscar el amor …

etc.



Todo lo que por ti vi:

la estrella sobre el aprisco,

el carro estival del heno

y el alba del alhelí

si lo quieres, para ti

Rafael Alberti


Es algo formidable que vio la vieja raza:
robusto tronco de árbol al hombro de un campeón
salvaje y aguerrido, cuya fornida maza
blandiera el brazo de Hércules, o el brazo de Sansón.


Por casco sus cabellos, su pecho por coraza,
pudiera tal guerrero, de Arauco en la región,
lancero de los bosques, Nemrod que todo caza,
desjarretar un toro, o estrangular un león.


Anduvo, anduvo, anduvo. Le vio la luz del día,
le vio la tarde pálida, le vio la noche fría,
y siempre el tronco de árbol a cuestas del titán.


«¡El Toqui, el Toqui!» clama la conmovida casta.
Anduvo, anduvo, anduvo. La aurora dijo: «Basta»,
e irguióse la alta frente del gran Caupolicán.


Rubén Darío

Por mi parte puedo decir que por entretenimiento estoy haciendo una base de datos de rimas consonantes basadas en la práctica magistral, y puedo decir que de 1680 entradas de rima registradas hasta ahora 121 (7,2 %) son rimas agudas: una proporción no desdeñable en una lengua llana. La terminación aguda es más frecuente en los versos de arte menor pero no deja de usarse en los de arte mayor.

Cabría tildar estas rimas de fáciles, por cuanto afectan generalmente a una sola vocal y, si acaso a una consonante, pero el concepto de rima fácil no es muy preciso. Lo más completo sobre este tema lo he leido en Rudolf Baehr y creo que arrojaría alguna luz sobre el caso:

“Durante la Edad Media se empleó [la rima aguda] como forma normal al lado de la terminación llana. Sólo cuando entran en contacto con la versificación italiana, el verso y la rima aguda se convierten en un problema artístico. En la obra del Marqués de Santillana y en Boscán se dan con notable frecuencia … En Garcilaso en cambio, se ven en casos aislados. Algunos teóricos de los Siglos de Oro rechazan estas rimas en forma estricta. Esto no impidió ni a Lope de Vega ni a Calderón … usarlas, aunque no con frecuencia. El ejemplo de Garcilaso y la oposición de Herrera motivaron la aversión al verso agudo, que no se perderá en parte hasta hoy. En los siglos XVIII y XIX las rimas agudas se pusieron nuevamente en boga bajo influencia italiana en algunas formas de estrofa, como la octava y la octavilla aguda”.

Es la referencia más completa que he encontrado. Pero no se dan razones. Más parece cuestión de modas o tendencias artísticas que de un defecto sustancial.