viernes, 28 de agosto de 2009

Surtidores de Serón


Imagen: Surtidores del balneario Serón en Jaraba (Zaragoza). Foto propia.


Observen las tres fuentes verticales

que en vano buscan horadar el cielo

y soberbias arrancan desde el suelo

embistiendo a los aires vesperales:


desmedrado el furor de sus caudales

yertas abortan su iniciado vuelo,

y aquel que fuera su ascendente celo

se desploma en cascadas torrenciales.


Las rocas que a sus pies parteras fueran

recogen los despojos de ese llanto

que su dureza ablanda y erosiona,


mas, eternas, las aguas perseveran

en hacer del fracaso un bello canto

y del desmayo exangüe su corona.

viernes, 21 de agosto de 2009

A la cascada termal de Serón


Cónica formación escalonada

que el agua por igual roe y construye

al tiempo que serpea y se inmiscuye

entre los surcos de su cal labrada.


Monótona, la linfa resbalada

de las cien bocas por que canta y fluye

desgrana la salmodia con que instruye

de una verdad eterna, consagrada.


El musgo viste los lamidos senos

de esmeralda vital, con que Natura

recompensa del río la visita,


y el Olimpo, feraz, por no ser menos,

añade al monumento la verdura

de mechones del pelo de Afrodita.


Serón es el más antiguo (1860) de los tres balnearios termales existentes en Jaraba (Zaragoza) a la orilla del río Mesa.

Las aguas calcáreas de la fuente termal se deslizan por los estanques escalonados y van dejando sus depósitos sobre el musgo, que, al calcificarse, va formando sobre el borde caprichosos festones. A su vez el agua, al caer, erosiona la formación, siendo su rara superficie fruto de ambas acciones: el depósito calcáreo y la erosión.

Además de ese musgo abundan en la fuente los brotes del helecho de nombre vulgar culantrillo o cabello de Venus (Adianthus capillus-veneris), de ahí la referencia a Afrodita = Venus.

viernes, 14 de agosto de 2009

Análisis métrico del soneto "Amor constante más allá de la muerte" de D. Francisco de Quevedo

Amor constante más allá de la muerte


Cerrar podrá mis ojos la postrera

sombra que me llevare el blanco día,

y podrá desatar esta alma mía

hora a su afán ansioso lisonjera;


mas no de esotra parte en la ribera

dejará la memoria, en donde ardía;

nadar sabe mi llama la agua fría,

y perder el respeto a ley severa.


Alma a quien todo un dios prisión ha sido,

venas que humor a tanto fuego han dado,

medulas que han gloriosamente ardido;


su cuerpo dejarán, no su cuidado;

serán ceniza, mas tendrá sentido;

polvo serán, mas polvo enamorado.


Francisco de Quevedo y Villegas


Estamos ante otro monumento de la poesía lírica en castellano; poema que por su elevación, por la sublimación del amor humano que conlleva, por una parte podría entenderse emparentado con la poesía mística de ese siglo XVII y el anterior, y por otra anticipa, por la dejación de sí del poeta enamorado y el sentido trágico y transcendente que imprime a su amor, el ardor del futuro movimiento romántico, dos siglos más tarde. Dicho esto como no podía ser menos pasemos sencillamente a intentar el análisis métrico de esta joya.

Análisis métrico. - Vayamos pues al análisis verso a verso. Al principio de cada uno indicaré su número de orden en el soneto. Las sílabas tónicas irán en negritas, y aquellas en que recaigan los acentos de intensidad, además, en rojo. Las sinalefas irán entre paréntesis ().

1 Ce-rrar-po-drá-mis-o-jos-la-pos-tre-ra -> Endecasílabo “a minori” de tipo B2, “a la francesa” con cesura épica tras la 4ª sílaba, que es final de palabra aguda (ya he comentado en otras ocasiones – ver análisis del Soneto V de Garcilaso - el bellísimo efecto de este tipo de acentuación y cesura). El verso acaba en un adjetivo que califica al sustantivo que inicia el verso 2º; se produce así, de manera elegante, la figura de versificación llamada “encabalgamiento”.

2 som-bra-que-me-lle-va-(re el)-blan-co--a, -> End. “a maiori” de tipo A1 o enfático.

3 y-po-drá-de-sa-tar-es-(ta al)-ma--a -> End. “a maiori” de tipo A3 o melódico. Obsérvese como de nuevo el poeta procura situar los acentos de intensidad o principales en final de palabra aguda; así sucede en la 3ª y la 6ª.

4 ho-(ra a)-(su a)-fán-an-sio-so-li-son-je-ra; -> De nuevo un sáfico a la francesa con cesura épica tras la 4ª sílaba, final de palabra aguda, y no es casual sino muy buscado por los efectos embellecedores, ya por entonces muy comprobados, como se comentaba en el primer verso. También es de notar el uso de la figura retórica del hipérbaton que anticipa (en un conceptista como Quevedo) su estallido futuro en el culteranismo de un Góngora, por ejemplo.

5 mas-no-(de e)-so-tra-par-(te en)-la-ri-be-ra -> End. “ a minori” de tipo B2, sáfico a la francesa, aunque esta vez sin cesura épica.

6 de-ja--la-me-mo-(ria, en)-don-(de ar)--a; -> End. “a maiori” de tipo A3 o melódico.

7 na-dar-sa-be-mi-lla-ma-(la a)-gua-frí-a, -> End. “a maiori” de tipo A2 o heroico, hasta este verso aún no usado en la composición. Hay un cierto efecto “antirrítmico” del acento en la 3ª, contiguo al de intensidad en la 2ª, pero apenas altera para nada el ritmo pues el acento en la 2ª, final de palabra aguda, domina con autoridad al que le sigue dejándolo casi sin efecto enfático.

8 y-per-der-el-res-pe-(to a)-ley-se-ve-ra. -> End. “a maiori” de tipo A3 o melódico.

9 Al-(ma a)-quien-to-(do un)-dios-pri-sión-ha-si-do -> End. “a minori” de tipo B2, sáfico.

10 ve-nas-(que hu)-mor-a-tan-to-fue-(go han)-da-do, -> De nuevo end. “a minori” de tipo B2, sáfico a la francesa con cesura épica tras la 4ª sílaba, acentuada y final de palabra aguda.

11 me-du-las-(que han)-glo-rio-sa-men-(te ar)-di-do; -> Sáfico a la francesa con dos peculiaridades: 1) El acento de la 4ª sílaba (que han), seguido de la cesura épica, se da sobre una sinalefa ineludible, so pena de pasarse en la cuenta de sílabas; pero un acento de tan acusada intensidad tiende naturalmente a impedir la sinalefa, por lo que el recitador deberá extremar su cuidado para disimular el obligado forzamiento que tal circunstancia impone a la eufonía del verso. Esta es quizá la mayor dificultad a salvar en el recitado de este soneto. 2) La palabra gloriosamente lleva doble acentuación, en su 2ª y en su 4ª sílabas, en la raiz y en el sufijo. En este segundo acento, que corresponde a la 8ª sílaba del verso, recae la intensidad especial del ritmo como verso sáfico.

12 su-cuer-po-de-ja-rán,-no-su-cui-da-do; -> End. “a maiori” de tipo A2 o heroico. A destacar la elegante eufonía que atribuyo: por una parte a la ausencia de sinalefas y por otra al caer el acento temático de la 6ª sílaba en final de palabra aguda.

13 se-rán-ce-ni-za,-mas-ten-drá-sen-ti-do; -> End. “a minori” de tipo B2 sáfico.

14 pol-vo-se-rán,-mas-pol-(vo e)-na-mo-ra-do. -> End. “a minori” de tipo B2, sáfico a la francesa con cesura épica tras la 4ª sílaba, final de palabra aguda. Este verso es quizá, como corresponde al verso final de uno de los mejores sonetos de la lengua castellana, el más bello y el de más fama; y no ha de ser ajeno a ello mi tesis tan repetida acerca de la coincidencia de la acentuación intensa del armazón rítmico del endecasílabo con sílabas finales de palabras agudas, que provocan amplias cesuras.

Resumen.- Si denotamos los tipos de endecasílabos como

E = Enfático, con acentos en 1ª, 6ª y 10ª sílabas.

H = Heroico, 2ª. 6ª y 10ª

M = Melódico, 3ª, 6ª y 10ª

S = Sáfico, 4ª, 8ª y 10ª

F = Sáfico a la francesa 4ª, 6ª (u 8ª) y 10ª

F = Sáfico a la francesa con cesura épica.

El soneto nos quedará denotado como sigue:

F E M F F M H M S F F H S F

Encontramos 8 endecasílabos “a minori” frente a 6 “a maiori” .

De entre los primeros, 6 son sáficos a la francesa, y 5 de ellos con cesura épica.

De entre los endecasílabos “a maiori” , hay 3 melódicos, 2 heroicos y sólo uno es del tipo enfático.

De todo ello cabe destacar la estructura polirrítmica del soneto en cuestión, con predominancia de los versos sáficos, y con una clara insistencia en los sáficos a la francesa con cesura épica, como también encontramos en el previamente analizado Soneto V de Garcilaso de la Vega, lo cual me hace pensar en la existencia de toda una corriente estética basada en la acentuación aguda como base del ritmo versal (en acentos de intensidad interiores al verso, no en los finales, en que la acentuación aguda se eludía, desde Garcilaso y, sobre todo, desde Herrera).

Rima.- Se emplean dos rimas en los cuartetos y otras dos en los tercetos. Son rimas consonantes perfectas bien contrastadas en uno y otro caso, y con cuidado de evitar asonancias entre ellas.

La rima de los cuartetos es abrazada y la de los tercetos, doblemente encadenada. El esquema, según esto, de la rima del soneto es:

ABBA ABBA CDC DCD

A = - era; B = - ía; C = - ido; D = - ado.

Madrid, viernes, 14 de agosto de 2009

Francisco Redondo Benito de Valle


Editado para corregir la acentuación de la palabra medula que en principio juzgué esdrújula, tal como se pronuncia modernamente, pero que Quevedo escribió realmente con acentuación llana (sin tilde sobre la e y acento sobre la sílaba segunda), como se pronunciaba al parecer en aquel entonces según alternativa aún vigente según el DRAE. Me puso sobre esta pista el poeta y comentarista Miguel Garza (México), en el Portal Literario Mundo Poesía.

25/3/2010. Corregido un error inicial de transcripción relativo al 7º verso en que se escribía el agua fría en lugar de la agua fría, como lo escribió el poeta.

domingo, 9 de agosto de 2009

Dogville - antítesis

El día en que supe que era Dios

y que tenía

en mis manos el Rayo de la Muerte

contra esa Humanidad

que me salió defectuosa,

volví el Arma Divina

contra Mí.

Y no hubo Dios. El Mundo

volvió a ser tan ateo

como siempre fue.

Como siempre … fue.

Como siempre.

Siempre.