viernes, 17 de mayo de 2019
El mundo desde lo alto de una silla de montar
sábado, 15 de febrero de 2014
Rosarios en los ovarios
sábado, 8 de mayo de 2010
Radical
Soneto abierto al Sr. González Pons, portavoz del Partido Popular
Tras las recientes manifestaciónes populares de apoyo al juez Garzón y contra la impunidad de los crímenes del franquismo el Sr. González Pons, portavoz del Partido Popular, tuvo a bien descalificar públicamente a los ciudadanos manifestantes tildándolos de "radicales extremistas". Participé en la manifestación correspondiente que se realizó en Madrid. Este soneto es una respuesta a tan "extremas" descalificaciones.
Soy radical, y fundo mis raíces
en el humus más triste de la Tierra,
aquel que los chacales de la Guerra
abonaron con sangre de infelices.
Templé mi justo encono en los tamices
lenitivos del Tiempo, y si se aferra
mi memoria al Pasado y cuanto encierra
es por verlo juzgado, sin matices.
Hay quien quiere por siempre en carne viva
la llaga que sostiene su Victoria
y el terror humillante que conlleva,
quieren que Cuelgamuros sobreviva:
la Cruz de la Derrota hecha Memoria.
Y a mí su hipocresía me subleva.
viernes, 19 de marzo de 2010
Memoria histórica
La tarde fenecía
con un trazo escarlata en el crepúsculo
horizontal, estático, patético
como el grito de la sangre
de lo que se resiste
a no ser.
Aunque al fin siempre ganen las sombras.
Sobre los muertos
siempre crecen más altos los trigos.
Cayeron como cosecha
recién segada,
como heno de amapola
decapitada.
Sobre los muertos
siempre crecen más altos los trigos.
Cayeron, pero su ausencia
fue un agujero amargo entre los suyos,
un faltar palpitante, un hueco vivo,
un vibrante silencio …,
una cuenta
permanentemente
mal saldada
un crimen, una afrenta
flagrante,
sin castigo
Sobre los muertos
siempre crecen más altos los trigos.
Los asesinos
se equivocaron,
los cómplices
se equivocaron,
los tibios
se equivocaron,
los cooperadores necesarios
se equivocaron
los cobardes, en su silencio,
se equivocaron:
porque nadie grita más alto que los muertos
mal enterrados.
Los patéticos huesos,
desperdigados,
suenan como mil goznes
mal engrasados,
como ejes de mil carros
desvencijados,
chirrían y claman …
obstinados.
Sobre los muertos
siempre crecen más altos los trigos.
Y estamos aún así,
junto a los trigos,
junto a tapias melladas por disparos,
junto a nobles cunetas de caminos,
junto a los pozos secos …
y los barrancos,
al pie de los olivos …
siempre a la espera …
Sobre los muertos
siempre crecen más altos los trigos.
Al fin los tristes huesos
van brotando
hambrientos de ataúd
y camposanto,
de registro civil,
juez y notario,
del raudal de las lágrimas
y el llanto,
del dolor diferido …
y del olvido en paz …
tan deseado.
Sobre los muertos
siempre crecen más altos los trigos.
viernes, 26 de diciembre de 2008
Camada negra
españolitos torcidos,
¡maldigo la negra españa
que el alma os ha carcomido!
¡Qué mala leche que os dieron,
qué envenenado chupete!
¡Qué Malos Reyes trajeron
el Odio cómo juguete?
Os durmieron con soflamas
de banderas y de imperios,
y veis una España en llamas
en medio de vuestro sueño.
En el "cole" de sotanas,
rosario y golpe de pecho
os cerraron las ventanas
y tapiaron los cerebros.
Os distinguieron del pueblo
y os grabaron a diario
el clasismo del dinero
que comporta su ideario:
Historia de pira y saña,
Aritmética de muertos,
Geografía de España
sin los españoles dentro;
Literatura capada,
Biología sin sexo,
Arte de cristos y estampas,
Religión de Cristo muerto;
Sindicatos, en Sociales,
verticales, sin obreros,
en deporte Artes Marciales:
religión de lo violento.
Llevan camisas del Fascio
vuestros héroes de tebeo,
guantes negros en las manos,
bigotillo y fijapelo;
llevan polainas y botas
y brazaletes siniestros,
y dentro de las pistolas
negro túnel de silencio.
Traspuestos en el delirio
¿no veis o no queréis verlo
lo que os oculta ese brillo
del Carnaval de Ira y Miedo?
Supermanes alquilados
en las trastiendas bancarias,
Guerreros Enmascarados
de la hidra reaccionaria
que llevan el alma negra
de "holocaustos" y "paseos",
de la ruina de sus tierras
y el horror del mundo entero.
¿Dónde queréis ir, muñecos?
¿A qué héroes genocidas
imitareis en un juego
de niñatos homicidas?
Pues no sois Roberto Alcázar
ni Pedrín ni Supermán
ni el Caballero Fantasma
ni el Guerrero de Antifaz,
que sois, pobres niños pera,
caprichitos de papá,
cromos de guateque hortera
o desfile militar,
pulgarcitos descarriados
por bosques desconocidos
que los ogros hitlerianos
ceban para el sacrificio.
Despertad, tiernos patriotas,
y dejad a España quieta,
que está ya hasta las pelotas
de que en su nombre hagáis mierda.