Por la recuperación de la memoria histórica.
Ante el 75 aniversario de la II República.
Corría un frágil tiempo de esperanza.
Todos los pueblos de esta amarga tierra
iban, superadores de sí mismos, libres, iguales,
a la reconstrucción de un viejo abrazo.
Corría un frágil tiempo de esperanza.
Entonces ocurrió … ¿qué traición puso
todo el poder de Dios en torpes manos?
Con un eructo
de abrasador aliento sahariano
entró el Gran General cascando huevos,
tronchando rosas,
destrozando nidos,
abatiendo palomas.
Rota bajo las botas militares
la sutil trama de cordiales lazos,
se suspendió el encuentro de los pueblos.
Bombardeado,
sorprendido en su vieja majestad vegetal,
cayó el roble foral, cobijador de pactos.
Un grande horror estremeció la patria:
entró el Gran General cascando huevos.
(NADIE JAMÁS OS HIZO EL HOMENAJE
DE TANTA CIEGA SAÑA;
JAMÁS SE OS DISTINGUIÓ CON TANTO ULTRAJE
EN EL NOMBRE DE ESPAÑA).
Fue entonces la arrogancia por las calles,
fue la soberbia por las azoteas,
la fuerza encaramada a las tribunas
que hizo razón de su victoria infame;
y fue la vejación y el vituperio,
el baldón de traición de boca de traidores,
el martirio, la huida, el desamparo:
la catacumba.
¡Y fue para esta tierra un tiempo helado!:
Un cerco atenazante de fusiles,
un macabro horizonte de tricornios,
una doliente letanía de cárceles,
una geografía de destierro,
un arca de desgracias,
un centro de dictado y de desprecio.
…………………………………………………….
…………………………………………………….
…………………………………………………….
Y fue de las raices,
fue de los montes,
de los caseríos,
de las escuelas,
del taller,
que brotó como nunca un nuevo canto.
Brotó una ira que alumbró las cumbres,
un entusiasmo que prendió en los pechos
y se extendió voraz como la llama:
¡Un nuevo aliento llamado Resistencia!
Nada valió la saña represiva.
Una tras otra las verdosas olas
se quebraron de espuma en las rompientes
homéricas del maquis.
Fue una pugna brutal, el monstruo herido
se revolvió furioso hasta la entraña.
Un arrebato de titán frustrado
agitó de raíz la dictadura;
allí, a zarpazos de gigante ciego,
hirió, ya por herir, al pueblo pueblo.
Fue la tortura, fue el terror abierto,
los sótanos inmundos, los controles,
el estado de guerra, el tiroteo,
la amenaza, la duda, la sospecha …
Un abismo sin fondo separando
trozos de pueblo a su pesar tronchados.
¿Cómo podrá ya ser? Tanta torpeza
¿cortó ya para siempre nuestros lazos?
No se renuncia fácil a una herida,
no se deserta del dolor del parto
ni de la pesadumbre que nos une.
¿Cómo podrá ya ser?¿En qué terreno
cabrá fundar el impedido abrazo?
Yo creo en una España de los Pueblos
que, iguales, libres, dueños de si mismos,
se encuentren bajo un árbol milenario.
¡Hermano, hermano! Yo, de mis raíces,
de mi tronco, del hondo de mi entraña,
quiero llorar contigo la miseria
de esta historia de españa de mi alma.
Después, trágicamente persuadido,
quiero gritar lo justo de esta causa
y decir a quien quiera abrir los ojos
que es la causa de todos. ¡Que es su causa!
QUE HASTA QUE EL QUE PERDIÓ NO ESTÉ EN LO SUYO
¡NADIE ESTARÁ EN LO SUYO EN ESTA ESPAÑA!
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viernes, 23 de enero de 2009
Una historia de españa
Etiquetas:
España,
franquismo,
historia,
Poesía,
resistencia,
tortura,
verso libre
viernes, 18 de abril de 2008
Los míos
Podéis llamarme iluso
o tacharme de simple,
pero modestamente,
quizá sin merecerlo,
yo estoy con los que aman
un poco más allá de sus narices.
Con los que aman hondo y por derecho,
llana y generalmente.
Estoy con los que, tercos,
contra toda corriente,
siguen intransigentes con todo lo mezquino.
Con aquellos que, dignos,
cenitalmente dignos,
practican la insolencia con el Becerro de Oro
y la evangélica virtud
de la modestia con los humildes.
Es casi un disparate,
pero estoy con los locos
cuya ira ilumina bellamente los montes
y llevan su entusiasmo hasta el horror de las comisarías
sin lograr para ellos sino amargura y muerte.
Para con todos estos
que hicieron con su sangre lo mejor de la Historia.
Para con los que, henchidos
de un amor superior
sembraron la semilla de la Esperanza Histórica:
Buda, Sócrates, Cristo,
Marx, Rosa Luxemburgo, Pablo Iglesias,
Gandhi, Allende, Jacobo Arbenz, Madero,
Martín Lutero King, Angela Davis ...
Para con los que dieron
ese soberbio ejemplo de dignísima ira,
ese estallido egregio de pura indignación magnificada:
Espartaco, Viriato, Juan Martín,
Pancho Villa, Zapata, Ernesto Che Guevara,
Trotsky, Lenin, Dolores Ibarruri
y Ho Chi Minh y Mao ...
Para con todos estos,
por millares héroes y mártires,
aquí donde me veis, modestamente,
no puedo menos de sentir con ellos.
o tacharme de simple,
pero modestamente,
quizá sin merecerlo,
yo estoy con los que aman
un poco más allá de sus narices.
Con los que aman hondo y por derecho,
llana y generalmente.
Estoy con los que, tercos,
contra toda corriente,
siguen intransigentes con todo lo mezquino.
Con aquellos que, dignos,
cenitalmente dignos,
practican la insolencia con el Becerro de Oro
y la evangélica virtud
de la modestia con los humildes.
Es casi un disparate,
pero estoy con los locos
cuya ira ilumina bellamente los montes
y llevan su entusiasmo hasta el horror de las comisarías
sin lograr para ellos sino amargura y muerte.
Para con todos estos
que hicieron con su sangre lo mejor de la Historia.
Para con los que, henchidos
de un amor superior
sembraron la semilla de la Esperanza Histórica:
Buda, Sócrates, Cristo,
Marx, Rosa Luxemburgo, Pablo Iglesias,
Gandhi, Allende, Jacobo Arbenz, Madero,
Martín Lutero King, Angela Davis ...
Para con los que dieron
ese soberbio ejemplo de dignísima ira,
ese estallido egregio de pura indignación magnificada:
Espartaco, Viriato, Juan Martín,
Pancho Villa, Zapata, Ernesto Che Guevara,
Trotsky, Lenin, Dolores Ibarruri
y Ho Chi Minh y Mao ...
Para con todos estos,
por millares héroes y mártires,
aquí donde me veis, modestamente,
no puedo menos de sentir con ellos.
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jueves, 28 de febrero de 2008
Supervivencia
Cuando todo se cierra
quedan aún preciosos agujeros de ratones
por donde huir.
Con tal que no te infles como un pavo
por el orgullo herido
ni te quedes clavado en una silla
llorando la desgracia.
Humildad y viveza.
Sobrevivir
como los roedores.
Zafarse por la cuarta dimensión:
lo subterráneo.
Usar de la semilla prodigiosa
que vence al tiempo
y abate los tiranos:
la prole,
la prole inmensa como las arenas y las aguas del mar,
la bullidora
marea incontenible
que voltea la Historia a cada paso.
quedan aún preciosos agujeros de ratones
por donde huir.
Con tal que no te infles como un pavo
por el orgullo herido
ni te quedes clavado en una silla
llorando la desgracia.
Humildad y viveza.
Sobrevivir
como los roedores.
Zafarse por la cuarta dimensión:
lo subterráneo.
Usar de la semilla prodigiosa
que vence al tiempo
y abate los tiranos:
la prole,
la prole inmensa como las arenas y las aguas del mar,
la bullidora
marea incontenible
que voltea la Historia a cada paso.
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