Mostrando entradas con la etiqueta compensación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta compensación. Mostrar todas las entradas

viernes, 25 de marzo de 2011

Manriqueña de adonde los ojos míos

¿Adonde los ojos míos

cada vez que no te ven

pueden mirar?[1]

Y ¿cómo, en sus desvaríos,

la falta del mayor bien

no lamentar?[2]

Y pues que, enfermos de ausencia,

lejos de ti se conduelen

abrumados,

déjate ver, que en presencia

de Amor serán, como suelen,

confortados.



[1] La primera sílaba de este verso se transfiere al final del anterior de acuerdo con la licencia poética llamada “compensación”.

[2] Igual que en el caso anterior.