Mostrando entradas con la etiqueta arte mayor. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta arte mayor. Mostrar todas las entradas

domingo, 9 de febrero de 2025

Riberas del Jarama - versión corregida.

 

Riberas del Jarama

 

                   A Julita, el amor de mi vida

 

 

De las riberas solas del Jarama

¿recuerdas esa tarde en la espesura

en que tú me brindaste la hermosura

de tu cuerpo desnudo entre la rama?

 

¿Y luego aquella gloria sobre el suelo

entre el rumor del agua y su frescura

sin más cobijo, amor, ni cobertura

que el luminoso y grande azul del cielo?

 

Venus puso el encanto y la belleza,

Pan nos sonó en garganta de jilguero,

la tarde dio el sosiego y la pereza.

 

Fue nuestra alcoba el Universo entero

y, entre el fragor de la Naturaleza,[1]

el amor, primigenio y verdadero.

 

            Madrid, 16 de Junio de 1.996



[1] Corregido para conseguir la rima que requieren los tercetos de un soneto. Madrid, 2019. Revisado sin cambios. Madrid, 2025.

lunes, 13 de septiembre de 2021

Volver a empezar ... en el hotel Asturias de Gijón.

 

Volver a empezar

en el hotel Asturias de Gijón.

 

Y “volver a empezar”, como si fuera

posible recobrar la luz de antaño

y descender al mágico peldaño

en que su amor se abrió por vez primera …

 

No, corazón, renuncia a la quimera

de enmendar tanta herida y tanto daño

que obrara día a día y año a año

la piqueta del tiempo, tesonera.

 

Retumba el circular de las edades

con pretensión de algún retorno eterno,

sin reparar en que su empeño es vano.

 

No, corazón, las oportunidades

de un nuevo Abril a puertas del Invierno

ensueños son del añorar anciano.

 

Gijón, 6 a 10 de septiembre de 2021

 

 

En 2019 pasé cuatro días en el hotel Asturias de Gijón, en compañía de mi mujer. El hotel está en la plaza Mayor, que da a dos mares, y en él se rodó la película VOLVER A EMPEZAR, que dirigió José Luis Garci, con Antonio Ferrandis de protagonista de un amplio y brillante reparto. La película se llevó un sonoro Oscar y se hizo muy popular. El comedor del hotel está adornado con fotogramas y frases de la película.

En recuerdo de todo esto boceté estos cuartetos, que pretendían llegar a soneto, y así se quedaron.

 

Y “volver a empezar”, como si fuera

posible recobrar la luz de antaño;

retroceder al mágico peldaño

en que su amor se abrió por vez primera …

 

No, corazón, renuncia a la quimera

de enmendar cuanta herida y cuanto daño

obrara día a día y año a año

la piqueta del tiempo, tesonera.

 

Gijón, 10 a 13 de septiembre de 2019.

 

Acabo de repetir estancia en el mismo hotel de Gijón, entre el 6 y el 10 de este septiembre de 2021, y me he vuelto a dejar atrapar por la atmósfera de evocación y de sueños de aquellos lugares. Fruto de ello ha sido la finalización del soneto – para lo cual hube de componer los dos tercetos finales, al tiempo que hacía correcciones en los cuartetos, en las palabras que se destacan en rojo -. Y el soneto quedó tal como se transcribe arriba.

Al mismo tiempo, aproveché para dedicarlo al personal del hotel Asturias de Gijón.

 

Gijón, 6 a 10 de septiembre de 2021.


viernes, 22 de mayo de 2020

Análisis métrico del soneto “Al túmulo de Felipe II”, de Miguel de Cervantes

Análisis métrico del soneto “Al túmulo de Felipe II”, de Miguel de Cervantes

Motivo.-

Se pretende estudiar desde el punto de vista métrico un conocido soneto salido de una pluma magistral. Un soneto de los siglos de oro por excelencia, los siglos XVI y XVII, el gran periodo del soneto. Tiene además la característica singular de ir seguido de un estrambote, el que suele citarse siempre como ejemplo de este tipo de coda. Un estrambote rebosante de ironía y gracia, como es característica acreditada en tan destacado autor.

El autor.-

Miguel de Cervantes Saavedra (Alcalá de Henares,1547- Madrid,1616) es, como novelista, quizá el mayor de toda la literatura universal en todos los tiempos. A su fama y prestigio literarios solamente las igualan los de otro gigante literario: el enorme dramaturgo y poeta inglés William Shakespeare, coetáneo suyo y, al parecer, fallecido el mismo día que nuestro autor, el 23 de abril de 1616.
En sus 68 de existencia Cervantes tuvo una vida aventurera y azarosa. Huye de España a Italia, se enrola como soldado y es herido en la batalla de Lepanto, es capturado más tarde por los turcos y sufre cautiverio en Argel, vuelto a España es recaudador de tributos, sufre cárcel, vive en Sevilla, Valladolid y Madrid donde muere en la fecha anotada.
En cuanto a su tarea literaria, la mayor obra de Miguel de Cervantes, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, es, después de La Biblia, el libro más editado y traducido de la historia, y el más leído. Además, siempre en el campo de la novela, son suyas La Galatea, Las novelas ejemplares y Los trabajos de Persiles y Sigismunda. En el teatro, que era el género que en realidad más apreciaba, tuvo también una intensa producción, de la que se conservan unas diecisiete comedias y varios entremeses. Sin embargo, aún viéndolas normalmente representadas, no fue este género el que le dio fama, siendo superado en esto, en técnica e inspiración, por varios autores, en especial por el prolífico Lope de Vega.
Algo semejante sucedió con su obra poética. Cervantes fue un poeta destacado y abundante: toda su obra dramática, como era obligado en aquella época, era teatro en verso; participó con Lope, Quevedo y Góngora en la composición del Romancero nuevo, hecha a imitación de los romances antiguos y son suyos entre otros el poemario Viaje al Parnaso, en que da repaso al panorama poético de sus tiempos y los poemas Exequias de la reina Isabel de Valois, A Pedro Padilla, A la muerte de Fernando de Herrera o A la austriaca de Juan Rufo, pero, sobre todo destaca en la poesía irónica o satírica, de la cual son de lo más conocido de su obra los sonetos Un valentón de espátula y gregüesco y muy especialmente Al túmulo de Felipe II, que va a ser objeto de mi análisis.
Por lo demás, Cervantes no fue un poeta de verso fácil, como sí que lo fue Lope de Vega; le costaba mucho esfuerzo componer, como él mismo confesó en su citado Viaje al Parnaso:

Yo que siempre trabajo y me desvelo
por parecer que tengo de poeta
la gracia que no quiso darme el cielo.

Sin embargo aunque su poesía puede que no sea genial, es muy buena, ya sea fruto de su facilidad natural o de un trabajo intenso no menos meritorio. No todas las virtudes poéticas han de nacer de la disposición natural del poeta.

Aportaciones e innovaciones métricas de Cervantes.-

Como buen conocedor de las normas métricas, Cervantes introdujo algunas innovaciones como el ovillejo – incrustado entre la prosa de la segunda parte de su novela máxima- y asentó el uso del estrambote en los sonetos, como podremos ver más adelante.

El ovillejo.-

El ovillejo es una décima de estructura complicada, casi de alarde. Comienza con tres pareados de octosílabo y pie quebrado –generalmente trisílabo – y remata con una redondilla octosilábica de rima abrazada, que enlaza con la rima del último pareado y cuyo último verso se forma por combinación en su orden de los tres pies quebrados. La rima es estrictamente consonante. Un auténtico sudoku métrico.
Un mayor detalle de la estructura del ovillejo, así como consejos para facilitar su composición pueden encontrarse en una entrada de este mismo blog, de enlace:



Se tiene por cierto que esta estrofa fue usada por primera vez por Cervantes en la primera parte de El Quijote, capítulo XXVII. Allí figura el siguiente, que consigno a manera de ejemplo:

¿Quién menoscaba mis bienes?
Desdenes.
Y ¿quién aumenta mis duelos?
Los celos.
Y ¿quién prueba mi paciencia?
Ausencia.
De este modo en mi dolencia
ningún remedio se alcanza,
pues me matan la esperanza,
desdenes, celos y ausencia.


El estrambote en los sonetos.-

El estrambote es un conjunto de versos,  generalmente en pequeño número, que se añade al final de una composición poética, en especial al final de un soneto. Su intención suele ser complementar, glosar o comentar lo dicho en el poema principal, muy a menudo en tono irónico o bien a modo de moraleja.
El número de versos añadidos suele ser, como se ha dicho, corto, generalmente; según el modelo cervantino tres, aunque a veces se han añadido muchos más – en el conocido poema de Antonio Machado Al olmo viejo


los catorce primeros versos son, por métrica y rima, un soneto, pero lejos de detenerse ahí Machado añade ¡dieciséis versos más! Y así convierte el poema en una silva. Esto es excepcional, lo más común es que el añadido, el estrambote, no pase de tres versos. El introducido y consagrado por Cervantes en el soneto que sigue está formado por tres versos, un heptasílabo que enlaza rima con el último verso del soneto, seguido a su vez de un pareado en endecasílabos.
Conviene advertir que los puristas del soneto, que los hay, y de juicio muy severo, no admiten añadido alguno y consideran mala práctica el uso de estrambotes: piensan que esa acreditada estructura poética, el soneto, si está bien compuesto, es una unidad en sí misma que debe bastarse para expresar completamente la idea que pretende comunicar; incluso señalan como función para los cuartetos la de exponer o plantear el asunto y para los tercetos la de deducir las conclusiones, y consideran que cualquier añadido que pretenda explicar o comentar lo dicho en el soneto revela el fracaso en la intención básica de aquel de comunicar una idea. Por estas y otras razones semejantes los estrambotes son poco apreciados, son “estrambóticos”, o sea, irregulares, raros o ridículos, según define ese término un prestigioso diccionario.
En mi caso, muy alejado de purismos intransigentes, considero el estrambote una forma más de adornar el soneto, sea como comentario irónico o gracioso, como moraleja o como reflexión sobre lo dicho por aquel. En todo caso, sí que aconsejaría, como lo hacen los puristas, que el soneto complete una idea en sus catorce versos, antes del posible añadido, y, si este se produjera, desarrollara su comentario en relación con lo dicho en el soneto, pero aparte, desde fuera del mismo, sin que altere la independencia y unidad de aquel. Debería procederse de manera que, de suprimirse el añadido, el soneto subsistiera sin ello como composición completa y autónoma.
El estrambote del soneto de Cervantes que vamos a analizar es el formado por los versos 15, 16 y 17. Es el más conocido y famoso de la literatura en castellano y creo que consigue los efectos arriba señalados.

Algunas aclaraciones sobre el léxico.-

El léxico cervantino sea en prosa sea en verso es el correspondiente a un habla culta, pero no por ello menos apegada al decir popular, que tan bien conocía y tan propiamente colocaba en boca de sus personajes. Por esa razón incluye palabras hoy en desuso que es preciso acercar a los lectores de hoy. Mi fuente principal será el DRAE en la versión que explicito en el apartado de bibliografía consultada.

voto a Dios (verso 1): interjección o exclamación de juramento por la que se afirma algo como cierto poniendo a Dios por testigo; es semejante a la expresión juro por Dios, con la diferencia de que esta última expresa un juramento explícito, con el riesgo de incurrir en la blasfemia de “invocar el nombre de Dios en vano” si se aplicara a algo banal, indigno del testimonio de Dios. Por esta razón podría considerarse voto a Dios como un eufemismo del juramento, semejante al de la exclamación también usual de voto a Bríos.
doblón (verso 2): moneda antigua de oro, de diferente valor según épocas.
describilla (verso 2):  producto de un cambio fonológico peculiar en aquellos siglos por la que los infinitivos seguidos por el sufijo pronominal lo o la cambian la r por l; describilla = describirla, deseallo = desearlo, tenello = tenerlo.
mancilla (verso 6): 4ª acepción, lástima.
valentón (verso 12): arrogante o que se jacta de guapo o valiente; bravucón.
voacé (verso 13): tratamiento de respeto derivado de vuestra merced –vuesamerced – voacé; derivación paralela a la de vuestra merced – usarced – usted.
seor (verso 13): señor, síncopa de senior, raíz común de ambas palabras.
chapeo (verso 16): sombrero, del francés chapeau (pronunciado, chapó).

Tema del poema: el túmulo de Felipe II.-

El túmulo del rey Felipe II fue un espectacular monumento de tres cuerpos y materiales nobles erigido en Sevilla, en el siglo XVII para homenaje póstumo del monarca de una España en su momento de máximo esplendor. El monumento, a pesar de su coste, dimensiones y obra realizada fue de corta duración.
Cervantes con su habitual retranca e ironía, en vez de lanzarse a un panegírico ampuloso, adulador y vacuo, retrata la impresión de aquella desmesura a través de dos figuras populares: un soldado curtido aunque deslumbrado en su ingenuidad, ante tal grandeza y un bravucón desmedidamente ufano de su ciudad, y no menos ingenuo que el primero. De esta manera el poeta, sin que se le pueda acusar de frialdad ante la desmesura oficial del monumento, realiza una sutil crítica indirecta de su demasía protegido por el paraguas del humor. Así lo percibo yo al menos.

Soneto a analizar.-

Al túmulo de Felipe II

1 Voto a Dios que me espanta esta grandeza
2 y que diera un doblón por describilla;
3 porque ¿a quién no sorprende y maravilla
4 esta máquina insigne, esta riqueza?

5 Por Jesucristo vivo, cada pieza
6 vale más de un millón, y que es mancilla
7 que esto no dure un siglo, ¡oh gran Sevilla!,
8 Roma triunfante en ánimo y nobleza.

9 Apostaré que el ánima del muerto
10 por gozar este sitio hoy ha dejado
11 la gloria donde vive eternamente.

12 Esto oyó un valentón, y dijo: "Es cierto
13 cuanto dice voacé, seor soldado.
14 Y el que dijere lo contrario, miente."

15 Y luego, incontinente,
16 caló el chapeo, requirió la espada,
17 miró al soslayo, fuese, y no hubo nada.

Análisis métrico. - Vayamos pues al análisis verso a verso. Al principio de cada uno indicaré su número de orden en el soneto. Las sílabas tónicas irán en negritas, y aquellas en que recaigan los acentos de intensidad, además, en rojo. Las sinalefas irán entre paréntesis ().

1 Vo-(to a)-Dios-que-(me es)-pan-(ta es)-ta-gran-de-za -> Endecasílabo “a maiori” de tipo A3 o melódico (con acentos principales en 3ª, 6ª y 10ª sílabas). Acento secundario en 1ª y 7ª.

2 y-que-die-(ra un)-do-blón-por-des-cri-bi-lla;  -> End. “a maiori” de tipo A3 o melódico (acs. prales. en 3ª, 6ª y 10ª sílabas). Acento secundario en 4ª.

3 por-(que ¿a)-quién-no-sor-pren-(de y)-ma-ra-vi-lla -> End. “a maori” de tipo A3, melódico (acs. prales. en 3ª, 6ª y 10ª sílabas).

4 es-ta--qui-(na in)-sig-(ne, es)-ta-ri-que-za? -> Melódico como los tres anteriores. Acentos en 3ª, 6ª y 10ª. Acento secundario en 1ª.

5 Por-Je-su-cris-to-vi-vo,-ca-da-pie-za -> End. “a minori” de tipo B2 o sáfico (acs. prales. en 4ª, 6ª y 10ª sílabas).

6 va-le-más-(de un)-mi-llón,-y-(que es)-man-ci-lla -> De nuevo, end. “a maiori” de tipo A3 o melódico (acs. prales. en 3ª, 6ª y 10ª sílabas). Acentos secundarios sin mayor importancia en 4ª y 8ª.

7 (que es)-to-no-du-(re un)-si-(glo, ¡oh)-gran-Se-vi-lla!, -> End. “a minori” de tipo B2 o sáfico puro (con acentos principales en 1ª, 4ª, 8ª y 10ª sílabas). Acento secundario en 6ª.

8 Ro-ma-triun-fan-(te en)-á-ni-(mo y)-no-ble-za. -> End. “a minori” de tipo B2 o sáfico (acs. prales. en 1ª, 4ª, 6ª y 10ª sílabas).

9 A-pos-ta--(que el)-á-ni-ma-del-muer-to -> End. “a minori” de tipo B2 o sáfico (con acentos principales en 4ª, 6ª y 10ª sílabas).

10 por-go-zar-es-te-si-(tio hoy)-ha-de-ja-do -> End. “a maori” de tipo A3 o melódico (acs. prales. En 3ª, 6ª y 10ª sílabas). Ac. secundario en 7ª.

11 la-glo-ria-don-de-vi-(ve e)-ter-na-men-te. -> End. “a maori” de tipo A2 o heroico (acs. prales. en 2ª, 6ª y 10ª).

12 Es-(to o)-(yó un)-va-len-tón,-y-di-(jo: "Es)-cier-to -> End. “a maori” de tipo A3 o melódico (con acentos principales en 3ª, 6ª y 10ª sílabas). Acs. secundarios en 1ª, 8ª y 9ª sílabas y tres sinalefas en un mismo verso, alguna, como la 9ª, entre texto y cita entrecomillada. Verso complicado que requiere de un recitado cuidadoso.

13 cuan-to-di-ce-voa-,-se-or-sol-da-do.-> End. “a maori” de tipo A3 o melódico (con acentos principales en 3ª, 6ª y 10ª sílabas). Ac. secundario en 8ª. Sinéresis de vocales largas en voa; no así en se-or, en que se practica la diéresis. Todo ello permite ajustar el acento principal en 6ª y la métrica de once, que de otra forma no se conseguiría

14 (Y el)-que-di-je-re-lo-con-tra-rio,-mien-te."  -> End. “a minori” de tipo B2 o sáfico (con acs. prales. en 4ª, 8ª y 10ª sílabas).

Estrambote

15 Y-lue-(go, in)-con-ti-nen-te, -> Heptasílabo trocaico incompleto 2-6.

16 ca-(el)-cha-pe-o,-re-qui-rió-(la es)-pa-da, -> End. “a minori” de tipo B2, sáfico. Acentos principales en 4ª, 8ª y 10ª; acento secundario en 2ª.

17 mi-(ró al)-sos-la-yo,-fue-se,-y-(no hu)-bo-na-da. -> End. “a minori” de tipo B2, trocaico: con acentuación en todas las sílabas pares. Ver en este mismo blog mi artículo “El endecasílabo trocaico”, en el enlace




Conclusiones.-

Métrica.-

En el soneto y su estrambote se registran 27 sinalefas – 22 de ellas en el cuerpo del soneto -, lo que da una media de 1,5 sinalefas por verso, variando según casos de 1 a 3; solo dos versos se resuelven sin ninguna sinalefa. Esta proporción es realmente elevada si se la compara por ejemplo con el soneto I del Marqués de Santillana, analizado en otra entrada de este mismo blog,


en que se dan solo siete en todo el poema. Como allí se comentaba eso se debía sin duda a un cierto cuidado para evitar estos encuentros de vocales, característico de un versar refinado dirigido a un entorno culto. Cervantes sin embargo hace hablar a personajes populares de los que no son de esperar grandes refinamientos, y el lenguaje usado, apegado al decir del vulgo, tiene la viveza y autenticidad de las multitudes, pero no está hecho para cuidar muy especialmente los encuentros de vocales.

En cuanto al tipo de versos, en el soneto dominan por completo en lo numérico los endecasílabos “a maiori” (4ª y 6ª tónicas) frente a los “a minori” (4ª tónica y 6ª átona); 9 del primer tipo frente a 5 del segundo. De los “a maiori” 8 son melódicos y solo uno heroico; entre los “a minori” hay tres sáficos a la francesa (4ª, 6ª 10ª), uno sáfico puro (1ª, 4ª, 8ª, 10ª) y otro sáfico (4ª, 8ª, 10ª)
El estrambote combina un heptasílabo trocaico incompleto (2ª-6ª) con dos sáficos.


Es interesante comparar estas proporciones de los tipos de endecasílabos entre el soneto I del marqués de Santillana, dentro de sus “sonetos fechos al itálico modo”, el soneto V de Garcilaso de la Vega, también analizado por mí en otro artículo y este soneto de Cervantes. Entre los dos median unos cien años, y otros cien años entre éste último y el que analizo de Cervantes. Y la comparativa es como sigue:

                                 Santillana   Garcilaso  Cervantes
“a minori”                       12                9                5
“a maiori”                         2                5                9
Sáf. Primarios (4-10)       4                1                0
Sáficos (4-8-10)               4                4                1
Sáficos puros (1,4,8,10)   0               0                1
Sáf. Franc. (4-6-10)         1                4                3
Dact. Ital. (4-7-10)            2                0                0
Gaita gall. (1-4-7-10)        1                0                0
Enfáticos (1-6-10)            0                 0               0
Heroicos  (2-6-10)            1                4                1
Melódicos (3-6-10)           1                1                8

Es decir, de Santillana a Garcilaso, se va equilibrando la proporción “a minori”/”a maiori”, disminuye mucho la presencia de sáficos primarios, desaparecen por completo los dactílicos, o sea, la acentuación en 7ª sílaba, y van aumentando los heroicos. Del de Garcilaso al de Cervantes se invierte la mencionada relación (de 9/5 a 5/9) pasando a dominar claramente los endecasílabos “a maiori”, endecasílabos prácticamente testimoniales en el soneto del marqués. Es decir, se pasa de una poesía volcada hacia lo lírico a otra altisonante, con toque heroico de arenga, muy adaptada al carácter de los personajes populares, un soldado y un bravucón, que el autor, un novelista, el mayor, presenta. En la misma dirección va, creo yo, la preferencia por los de tipo melódico, de ritmo marcado y sonoro, aptos para el himno y la soflama.

Rima.- La rima es consonante estricta y el esquema de rima es

ABBA ABBA CDE CDE eFF

en que A= -eza; B= -illa; C= -erto; D= -ado E=-ente; F=-ada

Es decir, rima abrazada para los cuartetos, igual en ambos, y correlativa de tres rimas en los tercetos. En cuanto al estrambote, el heptasílabo hereda la rima del último verso del soneto, mientras que los dos endecasílabos forman un pareado con nueva rima.

Y nada más que resaltar en este famoso soneto cervantino en que el estrambote se pone de largo para entrar por todo lo alto en la versificación en lengua castellana.

Madrid, viernes, 22 de mayo de 2020.
Francisco Redondo Benito de Valle


Bibliografía y enlaces consultados.-

Diccionario de métrica española – José Domínguez Caparrós, Alianza Editorial. Madrid, 2004.

Diccionario de la Real Academia de la lengua Española – DRAE vigésimo tercera edición actualizada a 2019.

Diccionario de uso del español –DUE María Moliner. Ed. Gredos, 3ª edición 2007.

Las mil mejores poesías de la lengua castellana –José Bergua. Ediciones Ibéricas, trigésima edición, 1991.

Manual de versificación española – Rudolph Baehr, Editorial Gredos 5ª reimpresión, 1997.

Métrica española – Antonio Quilis, 1ª edición corregida y aumentada, Noviembre 1984. 18ª reimpresión: Mayo de 2007.





martes, 28 de marzo de 2017

75 aniversario de la muerte de Miguel Hernández

Miguel Hernández, Miguel, es generalmente considerado y estimado por su compromiso con el pueblo español, con la II República y con la utopía comunista - un comunismo disciplinado, militante y limpio, como fue el comunismo del PCE -, por su lucha en el frente y por su martirio en las cárceles de Franco. Yo también, como republicano y comunista que soy, aprecio ese perfil irrepetible.
Sin embargo, es una pena que su figura y su gesta dejen un poco en la sombra la calidad de su poesía, mucho menos conocida. Miguel Hernández fue un poeta enorme, y no solo por los temas elegidos y el compromiso de los mismos, sino precisamente por la forma. Pocos poetas del siglo XX han sabido manejar el verso endecasílabo como Miguel; quizá habría que remontarse a los tiempos de oro de su admirado Garcilaso para encontrar una destreza semejante. He estudiado en profundidad la métrica de sus versos y lo que he hallado en él es una auténtica maravilla; no en vano se formó bebiendo de la poesía clásica que le prestaba la biblioteca de su amigo Ramón Sijé.
Como muestra quiero referirme al manejo magistral que Miguel hace de uno de los endecasílabos de tipo más raro - muy estudiado por mí - el endecasílabo dactílico, acentuado en las sílabas 1ª, 4ª, 7ª y 10ª o bien, simplemente, en 4ª, 7ª y 10ª. Este tipo de endecasílabo imprime al poema un ritmo tan peculiar que le impide mezclarse con otros tipos más habituales: enfáticos, heroicos, melódicos o sáficos. Hernández utiliza este metro en el que quizá fuera su último poema: ETERNA SOMBRA. compuesto en la cárcel, y ya muy enfermo. Es un poema largo y necesariamente oscuro, compuesto exclusivamente en endecasílabos dactílicos, y que refleja la honda pesadumbre de la cárcel, la represión y la enfermedad que lo minaba y que acabó con él hace ahora exactamente 75 años.

Todo un alarde de buena poesía. Poesía triste, que arranca un destello de esperanza en los dos últimos versos

 Vaya el siguiente recitado en su homenaje.


ETERNA SOMBRA

Yo que creí que la luz era mía
precipitado en la sombra me veo.
Ascua solar, sideral alegría
ígnea de espuma, de luz, de deseo.

Sangre ligera, redonda, granada:
raudo anhelar sin perfil ni penumbra.
Fuera, la luz en la luz sepultada.
Siento que sólo la sombra me alumbra.

Sólo la sombra. Sin astro. Sin cielo.
Seres. Volúmenes. Cuerpos tangibles
dentro del aire que no tiene vuelo,
dentro del árbol de los imposibles.

Cárdenos ceños, pasiones de luto.
Dientes sedientos de ser colorados.
Oscuridad del rencor absoluto.
Cuerpos lo mismo que pozos cegados.

Falta el espacio. Se ha hundido la risa.
Ya no es posible lanzarse a la altura.
El corazón quiere ser más de prisa
fuerza que ensancha la estrecha negrura.

Carne sin norte que va en oleada
hacia la noche siniestra, baldía.
¿Quién es el rayo de sol que la invada?
Busco. No encuentro ni rastro del día.

Sólo el fulgor de los puños cerrados,
el resplandor de los dientes que acechan.
Dientes y puños de todos los lados.
Más que las manos, los montes se estrechan.
Turbia es la lucha sin sed de mañana.
¡Qué lejanía de opacos latidos!
Soy una cárcel con una ventana
ante una gran soledad de rugidos.

Soy una abierta ventana que escucha,
por donde va tenebrosa la vida.
Pero hay un rayo de sol en la lucha
que siempre deja la sombra vencida.

Miguel Hernández

Francisco Redondo
Madrid, 28 de marzo de 2017

domingo, 23 de octubre de 2016

Los amigos perdidos

Los amigos perdidos

¿Qué encrucijada os desvió? ¿Qué enredo
de la vida os dejó en el camino,
lejos del corazón que palpitaba
con vuestro amor y vuestra compañía?

¿Podrá, lejos de todos, este pecho doliente
seguir con tanta carga de ausencias y de olvidos?
Duro es vivir en soledad, dura es la falta
insalvable del deudo y del amigo.

Nada me sabe igual, nada conforta
el pasar taciturno de mis días.
Herido de nostalgia, sin consuelo,
clamo y reclamo en vano.

Es mi memoria lastre doloroso,
peso mortal,  necrópolis funesta,
que cada nombre torna en epitafio
y en graves losas cambia los recuerdos.


Madrid, 11 de agosto de 1.986

viernes, 2 de septiembre de 2016

El amor oscuro

Guión del homenaje a Federico García Lorca en el 80 aniversario de su asesinato. Recitado por mí en la Ronda de Sol el 1/9/16, en la Puerta del mismo nombre.

Compañeras y compañeros: El pasado 19 de Agosto se cumplieron 80 años del asesinato de Federico García Lorca y sus compañeros de infortunio: el maestro de Purullena, Dióscoro Galindo, y los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas. A día de hoy se desconoce el paradero de los cuerpos, aunque parece ser que el 19 de este mes se reanudará la búsqueda no lejos de donde se buscó la última vez. El paradero del cuerpo del criminal que lo mandó matar sí se conoce: el altar mayor de la basílica de la Macarena en Sevilla, allí está, al amparo de la Iglesia; su fajín de criminal profesional se custodia en el camarín de la misma virgen.
Federico fue víctima de un crimen de odio: de odio político y de homofobia. El año pasado se hizo público un informe policial basado en una “investigación oficial” de 1965. Se le acusaba de “socialista”, amigo de Fernando de los Ríos, de masón, y se le atribuían “prácticas de homosexualismo y aberración”. No fue el único artista republicano y homosexual; también lo fueron Luis Cernuda, Emilio Prados, Manuel Altolaguirre y el premio Nóbel de Literatura Vicente Aleixandre, así como el gran cantante de copla española Miguel de Molina. Todos pagaron duramente sus ideas y su orientación: exilio exterior o interior, palizas …, pero solo Federico murió asesinado.
En su honor voy a leer poesía suya, pero esta vez voy a huir de tópicos y voy a intentar aproximarme a su honda pasión oscura, a dar mi voz, desde una orientación distinta de la suya, al sentir bellísimo por el que lo mataron, a sus sonetos del amor oscuro.

Soneto de la dulce queja

Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas, y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi Otoño enajenado.



Ay, voz secreta

¡Ay, voz secreta del amor oscuro!
¡ay, balido sin lanas!¡ay, herida!
¡ay, aguja de hiel, camelia hundida!
¡ay, corriente sin mar, ciudad sin muro!

¡Ay, noche inmensa de perfil seguro,
montaña celestial de angustia erguida!
¡ay, perro en corazón, voz perseguida!
¡silencio sin confín, lirio maduro!

Huye de mí, caliente voz de hielo,
no me quieras perder en la maleza
donde sin fruto gimen carne y cielo.

Deja el duro marfil de mi cabeza,
apiádate de mí, ¡rompe mi duelo!

¡que soy amor, que soy naturaleza! 

Federico García Lorca

sábado, 20 de agosto de 2016

Esperanza

Esperanza[1]

Con las manos desnudas, con los dientes,
con el hondo metal de tu mirada,
te he visto defender al Pueblo-Pueblo
como si de tus hijos se tratara.
Y sin que te cubriera una bandera,
llamando acá, voceando la llamada
ancestral de la rabia y el coraje,
unir la voluntad desparramada
en jirones de inútiles pasiones
que, a tu guía, se hicieran llamarada,
colectivo clamor coordinado,
himno común forjado en mil gargantas.

Como una fuerza de Naturaleza,
como la lluvia que el turbión desata,
como la chispa que dispara el trueno,
como clarín que a resistir comanda,
yo te he visto crecer de tu estatura
hasta alcanzar la talla necesaria
que aventara los miedos y las dudas
y encendiera el denuedo de las masas.

Te vi, mujer menuda, puro fuego,
más allá de ti misma, pura alma.

Madrid, sábado, 20 de agosto de 2016.
Francisco Redondo.




[1] En memoria de Esperanza Martínez Conde, enorme luchadora y buena amiga.