viernes, 5 de marzo de 2010

Silencio, ausencia y olvido

La soledad que presencio

en silencio

de ti fue la consecuencia

- ausencia -;

y el martirio repetido

- olvido-.

Pues habiéndote querido

hasta ser para mí todo

¿cómo asumir de este modo

silencio, ausencia y olvido?


Nota.- Entre el final del primer verso y el comienzo del segundo se aplica la licencia métrica de sinafia [pre-sen-(cio en)], posible por ser el segundo un verso muy corto, sin autonomía.

2 comentarios:

Jesús Herrera Peña dijo...

Francisco, eres el discípulo más aventajado de "el príncipe de los ingenios".
Ni más ni menos.

Salú

Francisco Redondo dijo...

Bueno, Jesús, creo que solo soy un pobre hombre que imita a los buenos poetas, pero que tiene la ventaja de hacer buenos amigos.

Salud y un abrazo,