A la que el néctar del Destino escancia,
casquivana y mudable cual la Luna:
¿por qué al azar derrama la Fortuna
tu cornucopia o cuerno de Abundancia?
Hexaedros lastrados, cartomancia
amañada y tramposa ¿no habrá alguna
carta de tu baraja que, oportuna,
se muestre favorable a mi ganancia?
Oh diosa de fulleros y tahúres,
de la ruleta en su rodar incierto,
de las quinielas y la lotería:
por tus verdes tapetes los albures
botan como pelota en campo abierto,
y azuzan mi febril ludopatía.
2 comentarios:
Imposible no visitar este blog, por la buena poesía que se lee y todo lo que se aprende.
Felicitaciones Fred y un cordial abrazo
Gracias, gracias, gracias, Gus. De veras.
Un abrazo
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