A mi quijotesco amigo Jesús Herrera[1] esta modesta aportación a sus molinos
Quiméricos veleros que navegan la estepa
y, sin dejar su sitio, dominan los caminos;
gigantes del secano que asemejan molinos,
como Briareo o Giges, nacidos de la cepa
de Nuestra Tierra Madre, sin que Urano lo sepa,
y mueven sus cien brazos en bruscos torbellinos
y provocan borrascas, turbiones, remolinos,
que ya encaman las mieses o arrebatan la cepa.
Corazones medrosos que no ven la amenaza
tienden a ver en ellos fabriles artefactos
de la industria del hombre para los cereales;
mas los héroes preclaros, campeones de raza,
advierten los peligros en términos exactos
y arrostran con denuedo lides descomunales.
[1] Jesús Herrera, de Bargas-La Sagra o http://usuarios.multimania.es/autenticapoesia/index.html, amigo generoso y de gran corazón, mecenas de la poesía, al que le debo más de lo él reconocería haberme dado, y mucho más de lo que creo haberle dado a él.
4 comentarios:
"¿Botánico? - No, poeta"
Ese sería el título del soneto que yo te dedicaría si supiera escribir sonetos tan bellos como este tuyo.
La dedicatoria y todo lo que dices de mí es muy bonito y halagador.
Ojalá que fuera verdad y no una amistosa exageración. Pero yo te lo agradezco mucho porque sé de quién viene.
Sigue así, amigo Francisco. Con tu poesía de elevada factura estás contrarrestando tanta mala y falsa poesía como vemos hoy por ahí.
¡La auténtica poesía no morira!
¡Viva!
Como siempre Francisco, un buenísimo soneto alejandrino con buneísima intención.
Un placer, y un abrazo.
Un fuerte abrazo, Jesús.
Gracias por t visita y tu amable comentario, David.
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