Decía un viejo proverbio:
"El que sabe y sabe que sabe es un Sabio: seguid sus enseñanzas;
el que sabe pero no sabe que sabe está Dormido: despertadle;
el que no sabe pero sabe que no sabe es un Ignorante: enseñadle;
el que no sabe y no sabe que no sabe es un Necio: evitadle."
El SABIO ingenio atesora,
y además sabe que sabe,
aunque de ello no se alabe;
el NECIO ignora que ignora
y vomita hora tras hora
su discurso estomagante.
Si sólo fuera IGNORANTE
y su ignorancia supiera
enmendársele pudiera
su miserable talante,
pero es empresa frustrante
corregir a un NECIO ciego
a lo que no sea su ego:
su altanería arrogante
desanima en un instante.
Y así, entre baladronadas
de otros NECIOS camaradas,
su ingenio huero y vacío
infla su globo baldío
con pedos y carcajadas.
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