domingo, 30 de septiembre de 2007

Juventud

Llevo el espejo del alma
florecido en mil destellos,
traigo el árbol de la sangre
abierto a todos los ecos
y el volcán del corazón,
reventando de deseos.

Mis ojos, mirando, son
como una torre de arqueros,
que van flechando hoja a hoja
de la Rosa de los Vientos;

la Rueda del Horizonte
crucificada la tengo
en docenas de caminos
con mi persona en el centro

y es tan fuerte el bulle-bulle
del caldo del pensamiento
que me va quedando chica
la Bola del Universo.

Amor nunca lo sentí
pero tanto lo presiento
que marcho a tontas y a locas
enamorado del viento …

…………………………
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(Habrá un día entre los días,
un solo día entre cientos,
que empezarás a sentir
el hombre que llevas dentro,
que romperás a sufrir
el Río del Sentimiento:

[Cuando alguien nombre tu nombre,
cuando alguien toque tu pecho,
cuando alguien roce tus labios
con el fantasma de un beso …]

… de allí todos los caminos
se orientarán a su centro,
de allí todos los suspiros
serán un solo deseo
y solo tendrá un sentido
la Bola del Universo:

Sabrás que tienes un nombre,
sabrás por qué late el pecho
y aprenderás por tus labios,
la magia loca del beso).

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