Romance de la vida
perra
Nací entre muertes y muertes
de una guerra desdichada;
crecí entre necesidades
en una patria asolada;
aprendí que hay que luchar
por malvivir la jornada.
[Tuve un golpe de fortuna
cuando de forma impensada
me hizo soñar una flor
que una estrella iluminaba].
Después, solo polvo y lodo
en mi larga caminata,
y en un sórdido garito
al que el azar me invitaba
jugarme el mayor tesoro
en una apuesta arriesgada.
Y al fin, perdedor de todo
sin llegar a ganar nada,
lograr de tantos trabajos
la miserable soldada:
entre ruinas de proyectos
cadáveres de esperanzas.
Fin.