domingo, 27 de julio de 2014

Los buitres de Sión


Bajos vuelan los buitres de Sión,
siniestra plaga
que patrulla los aires infectados
de hedor de muerte.
Bajos vuelan, las garras preparadas
y los corvos, feroces, fuertes picos
tintos en sangre martir
y restos de la carne deglutida.

Bajos vuelan los buitres de Sión
sobre los vientres
aún calientes de las embarazadas,
los ojos espantados de los niños.
Bajos vuelan, oteando la carroña,
muertos que hieden junto a muertos vivos
sin llanto ya, sin alma, sin espanto
por entre los destrozos de la ruina.

Bajos vuelan los buitres de Sión
mientras contemplan
con regocijo el pánico abatido
sobre el mísero pueblo que aún aguanta.
Bajos vuelan, vigilan y se ensañan
con cualquier rebullir que indique vida,
cobijo o resistencia,
canto o clamor ajeno a su dominio.