viernes, 4 de mayo de 2012

El endecasílabo (II)


  1. Métrica.

La métrica, en el sentido amplio del término, se suele definir como “disciplina literaria que trata de establecer las normas de versificación; es decir, las reglas por las que se rige el verso, sus clases y sus combinaciones” (Hdez. Caparrós, op. cit.).  La métrica por tanto abarcaría tanto la medida o conteo de sílabas de los versos como sus aspectos rítmicos. Sin embargo aquí, por lograr mayor claridad metodológica, he preferido restringirme en este apartado a los aspectos estrictamente relacionados con el conteo de sílabas, dejando lo relativo al ritmo para un epígrafe posterior.

    1. Sílabas fonéticas y sílabas rítmicas o métricas.

En el conteo de sílabas de los ejemplos de endecasílabo del epígrafe 1 vimos que algo fallaba puesto que afirmando yo que todos los ejemplos eran endecasílabos solo uno de ellos parecía tener 11 sílabas, los demás parecían tener menos o más. Era evidente que la razón estaba en que al referirnos a sílabas estábamos considerando dos conceptos distintos: la sílaba fonética o gramatical frente a la sílaba rítmica o métrica.
En el ejemplo
Ja-más-el-pe-so-de-la-nu-be-par-da

el conteo nos da igual: 11 sílabas. Si observamos en detalle ese verso veremos algunas cosas. 1) Ninguna sílaba tiene más de una vocal; 2) No se da ningún caso en que una palabra termine por vocal y la siguiente empiece asimismo por vocal; 3) la palabra final del verso es llana, es decir, tiene su acento en la penúltima sílaba. En casos como estos la coincidencia entre ambos conceptos de sílaba es completa, en otros casos, que habrá que estudiar con detalle, la cosa se complica un poco y las sílabas métricas o rítmicas no coinciden siempre con las fonéticas.
La métrica se ocupa sólo de sílabas métricas o rítmicas (en lo sucesivo, para evitar equívocos las llamaremos rítmicas)  por lo tanto pasado este epígrafe nos olvidaremos por completo de las gramaticales o fonéticas.
No es fácil en este momento, antes de estudiar el tratamiento de los grupos de vocales contiguas, definir con exactitud lo que sea sílaba rítmica. Lo iremos viendo sobre la marcha al desmenuzar los siguientes epígrafes. No obstante podemos avanzar algunas características:
-               La sílaba rítmica es la parte de un verso (excepcionalmente de más de uno) que se pronuncia en el recitado mediante una sola emisión de voz.
-               Una sílaba rítmica puede ir a caballo de varias palabras, propiedad que la diferencia absolutamente de la gramatical. Por ejemplo, en

Sometió a Europa

tió a Eu puede ser una sola sílaba rítmica.
-               La vocal o vocales que forman una sílaba rítmica pueden ir precedidas y/o seguidas por una o varias consonantes, pero nunca una consonante puede ir situada entre las vocales.


    1. Final del verso.

La primera circunstancia que condiciona el conteo de sílabas rítmicas de un verso en idioma español es la forma de acentuar su palabra final. La norma es la siguiente: si la palabra final es

aguda (o consta de una sola sílaba)  la cuenta se incrementa en una (+1)
llana  …………………………………….. la cuenta no varía                      (=)
esdrújula ……………………………….. la  se decrementa en una          (-1).

Veámoslo en los ejemplos del epígrafe 1:

 Añoro la dulzura de Raquel                            (aparentemente de 10 sílabas)
Jamás el peso de la nube parda                     (aparentemente de 11 sílabas)
Vuelto desdén el ademán colérico                 (aparentemente de 12 sílabas)

En ninguno de los tres versos hay grupos ni encuentros de vocales, por lo cual las sílabas fonéticas equivalen a las rítmicas. Salvo en lo que se refiere al tema que nos ocupa, relativo a la acentuación de la palabra final. De esta forma

-    el  1er verso acaba en palabra aguda y la cuenta pasa a ser 10 + 1 = 11 s.r.
-      el 2º verso acaba en palabra llana y la cuenta queda como está     = 11 s.r.
-      el 3er verso acaba en palabra esdrújula y la cuenta queda   12 – 1 = 11 s.r.

Esto explica la afirmación inicial de que los tres versos eran endecasílabos desde el punto de vista métrico.

Una explicación a esta norma desde el punto de vista de la lingüística comparada nos la da Rudolf Baehr en su obra de referencia:

“En la Romania, el francés, provenzal y catalán son lenguas oxítonas [agudas], y en la medida de sus versos se cuenta solo hasta la última acentuada, y por lo tanto el final oxítono [agudo] es el normal; frente a este criterio, el español (y también el italiano) considera como normal el verso de de terminación paroxítona [llana], conforme al ritmo acentual de su léxico, en gran parte (o al menos, en lo más característica de su evolución histórica) paroxítono [llano]. Por tanto, para medir el verso español hay que contar desde la primera sílaba del mismo hasta la sílaba siguiente a la tónica final. … Los versos que terminan con palabras oxítonas [agudas] o proparoxítonas [esdrújulas] están fuera del orden normal que representa la terminación llana; para contar estos versos hay que acomodarlos al término medio de la normalidad métrica añadiendo una sílaba en el caso de los agudos, y restando una en el caso de los esdrújulos” (las negritas y aclaraciones entre corchetes son míos).

Hablando en términos musicales, diremos que los endecasílabos llanos se pronuncian normalmente, dando un tiempo igual a cada sílaba rítmica; en los agudos también se hace así hasta la tónica en décima, y aquí, en lugar de la sílaba que habría de ir tras la tónica el buen recitador hará un silencio o pausa del tiempo normal de una sílaba; y en los esdrújulos, las dos sílabas que siguen a la décima tónica deben pronunciarse en el tiempo de una normal; para ello la vocal de la undécima decae y se pronuncia brevísima: colérico -> colerco; agónico -> agónco.

[CONTINUARÁ]

No hay comentarios: