viernes, 14 de octubre de 2011

Oficio de lujuria

No por amor mas por placer te anhelo,

hurí de carne, exuberante, plena,

venus potente que, al montar a pelo

tu indolencia turgente de sirena,


te rebulles y zafas, lubricada

por los humores del sudor y el sexo,

pero retornas mansa, conquistada

por los reclamos de caricia y beso


para, feroz, ardiente, lujuriosa,

lanzarte al torbellino del combate

con vocación de herida, en que la rosa

de tu pubis se entrega, alza y abate


entre el fragor de ruegos y gemidos,

confesiones, suspiros y lamentos,

cuando, ya desbocados los sentidos,

estallan del placer los sufrimientos.

2 comentarios:

RosaMaría dijo...

Sí que está lleno de erotismo y pasión. Una maravilla tu verso. Saludos.

Francisco Redondo dijo...

A eso pretendía llegar; si a ti te lo parece quedo compensado. Muchas gracias, Rosa María.