3. Ejemplos.
Mediante los ejemplos se pretenden ilustrar los distintos tipos de sonetos a que se ha hecho alusión en la teoría que precede. Los dividimos en antiguos (siglos XV a XVIII) y modernos (siglos XIX a XXI).
3.1. Antiguos.
1. Empezamos por uno de los primeros sonetos escritos en castellano por el Marqués de Santillana en el siglo XV, correspondiente a su serie 42 sonetos fechos al itálico modo. Una de las características a resaltar es el régimen cruzado de las rimas de los cuartetos en la forma ABAB ABAB, y el completo ABAB ABAB CDC DCD:
Quando yo veo la gentil criatura
quel çielo, acorde con naturaleza,
formaron, loo mi buena ventura,
el punto e ora que tanta belleça
me demostraron, e su hermosura
ca solo de loar es la pureça;
mas luego torno con egual tristura
e plango e quexome de su crueça.
Ca non fue tanta la del mal Thereo,
nin fizo la de Achilla e de Photino,
falsos ministros de ti, Tholomeo.
Asy que lloro mi serviçio indino
e la mi loca fiebre, pues que veo
e me fallo cansado e peregrino.
Marqués de Santillana (MEQ)
2. Soneto del siglo XVI, con estructura completamente clásica: endecasílabos polirrítmicos de tipos A y B, y régimen de rimas ABBA ABBA CDE DCE:
En tanto que de rosa y de azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparze y desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo ayrado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hazer mudanza en su costumbre.
Garcilaso de la Vega (MEQ)
3. Soneto del siglo XVII, de una gran intensidad lírica, forma métrica totalmente clásica combinando endecasílabos “a maoiri” con otros “a minori” , cuartetos abrazados y tercetos doblemente encadenados: ABBA ABBA CDC DCD.
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;
mas no de esotra parte en la ribera
dejará la memoria, en donde ardía;
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido;
su cuerpo dejarán, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
Francisco de Quevedo y Villegas (MEQ)
3.2. Modernos (finales del XIX, y XX )
1. Modernismo. El soneto se hace formalmente audaz y temáticamente cotidiano. No obstante, el aquí transcrito aún guarda las formas clásicas intactas. En la métrica abundan los endecasílabos sáficos y el régimen de rimas es de cuartetos abrazados y tercetos encadenados: ABBA ABBA CDC DCD.
El cohete
Lanzóse audaz a la extensión sombría
y era al hender el céfiro sonante,
un surtidor de fuego palpitante
que en las ondas del aire se envolvía.
Viva su luz como la luz del día,
resplandeció en los cielos fulgurante
cuando la Luna en el azul radiante
como rosa de nieve se entreabría.
Perdióse luego su esplendor rojizo;
siguió fugaz cual raudo meteoro
y al fin surgió como candente rizo.
Paró de pronto su silbar sonoro;
y tronando potente, se deshizo
en un raudal de lágrimas de oro.
Salvador Rueda (1857-1933) (1000MP)
2. Generación del 27. Convocada alrededor de la conmemoración del tercer centenario de la muerte de Góngora, en 1927, la generación del 27 adopta las formas clásicas renovándolas `profundamente en formas y temas. El siguiente soneto adopta la métrica del alejandrino, la modalidad cruzada en la rima de los cuartetos y tres rimas en los tercetos, de acuerdo con el siguiente esquema: ABAB ABAB CCD EED.
A un capitán de navío
Sobre tu nave – un plinto verde de algas marinas,
de moluscos, de conchas, de esmeralda estelar -,
capitán de los vientos y de las golondrinas,
fuiste condecorado por un golpe de mar.
Por ti los litorales de frentes serpentinas
desenrollan al paso de tu arado un cantar:
- Marinero, hombre libre, que las mares declinas
dinos los radiogramas de tu Estrella Polar.
Buen marinero, hijo de los llantos del norte,
limón del mediodía, bandera de la corte
espumosa del agua, cazador de sirenas;
todos los litorales amarrados del mundo,
pedimos que nos lleves en el surco profundo
de tu nave, a la mar, rotas nuestras cadenas.
Rafael Alberti (1000MP)
3. Generación del 36. Miguel Hernández que se formó con las lecturas de poesía clásica que le brindaba la biblioteca de su amigo y mecenas Ramón Sijé, y prácticamente autodidacta, compuso sonetos tan antológicos como éste, de métrica polirítmica y esquema clásico de rimas: ABBA ABBA CDE CDE.
Como el toro he nacido para el luto
y el dolor, como el toro estoy marcado
por un hierro infernal en el costado
y por varón en la ingle con un fruto.
Como el toro lo encuentra diminuto
todo mi corazón desmesurado,
y del rostro del beso enamorado,
como el toro a tu amor se lo disputo.
Como el toro me crezco en el castigo,
la lengua en corazón tengo bañada
y llevo al cuello un vendaval sonoro.
Como el toro te sigo y te persigo,
y dejas mi deseo en una espada
como el toro burlado, como el toro.
Miguel Hernández (1910-1942) (Obras completas)
4. Posguerra española. Escojo un soneto de uno de los poetas más hondos de este periodo Blas de Otero (nacido en Bilbao en 1916). Se trata del poema Basta (de “neo místico” lo calificaría yo), incluido en su poemario Ancía, publicado en 1958. Formalmente es un recio exponente de soneto clásico, de léxico nada trivial, métrica endecasilábica con abundancia de formas sáficas, encabalgamientos y rima de esquema: ABBA ABBA CCD EED.
Basta
Imaginé mi horror por un momento
que Dios, el solo vivo, no existiera,
o que, existiendo, sólo consistiera
en tierra, en agua, en fuego, en sombra, en viento.
Y que la muerte, oh estremecimiento,
fuese el hueco sin luz de una escalera,
un colosal vacío que se hundiera
en un silencio desolado, liento.
Entonces ¿para qué vivir, oh hijos
de madre, a qué vidrieras, crucifijos
y todo lo demás? Basta la muerte.
Basta. Termina, oh Dios, de malmatarnos.
O si no, déjanos precipitarnos
sobre Ti – ronco río que revierte.
Ancía 5º edición 1978 Colección VISOR de Poesía.
5. América insurgente. Para finalizar las muestras de sonetos puros, sin apellidos, traigo aquí un soneto comprometido con las revoluciones americanas que da la réplica en el tiempo al célebre Caupolicán de Rubén Darío. Como aquel está medido en versos alejandrinos y su esquema de rimas es clásico: ABBA ABBA CCD EED.
Responso a Che Guevara con la voz de Darío
Es algo formidable que vio la vieja raza
RUBÉN DARÍO
Un grito de esperanza unió a América entera
cuando asomó su rifle por los cañaverales
enseñando el camino del fuego a sus leales.
Pero el fuego abatió su sangre guerrillera.
Ya se sentían libres la plata perulera,
el estaño bolívar, los ríos más caudales
la caña hirsuta, el crudo café, los arenales
alzados en guerrilla detrás de su bandera.
Y el héroe anduvo, anduvo bajo soles de plomo
por las ciénagas turbias, sobre el arisco lomo
del Ande poderoso que manda el huracán.
Recíbanle la noche, la selva resonante,
el ventisquero helado, el cóndor vigilante,
que velaron al cíclope tata Caupolicán.
Gregorio San Juan (1928) (1000MP)
3.3. Ejemplos de sonetos “con apellidos”.
3.3.1. Con complementos o dificultades añadidas.
3.3.1.1. Soneto con estrambote o caudato.
El más conocido es el soneto de Miguel de Cervantes que sigue
Al túmulo de Felipe II
Voto a Dios que me espanta esta grandeza
y que diera un doblón por describilla,
porque ¿a quién no suspende y maravilla
esta máquina insigne, esta riqueza?
Por Jesucristo vivo, cada pieza
vale más de un millón, y que es mancilla
que esto no dure un siglo, ¡oh gran Sevilla!
Roma triunfante en ánimo y nobleza.
Apostaré que el ánima del muerto
por gozar este sitio hoy ha dejado
la gloria donde vive eternamente.
Esto oyó un valentón y dijo: -Es cierto
cuanto dice voacé, seor soldado.
Y quien dijere lo contrario, miente.
Y luego, incontinente,
caló el chapeo, requirió la espada,
miró al soslayo, fuese, y no hubo nada.
Miguel de Cervantes Saavedra (1000MP)
3.3.1.2. Soneto acróstico.
Máquinas primas de su ingenio agudo
A Arquímedes, artífice famoso,
Raro renombre dieron de ingenioso:
¡Tanto el afán y tanto el arte pudo!
Invención rara, que en el mármol rudo
No sin arte grabó, maravilloso,
De su mano, su nombre prodigioso,
Entretejido en flores el escudo.
¡Oh! Así permita el Cielo que se entregue
Lince tal mi atención en imitarte,
I en la mar de la Ciencia así se anegue
Vajel, que – al discurrir por alcanzarte –
Alcance que el que a ver la hechura llegue,
Sepa tu nombre del primor del Arte.
Sor Juana Inés de la Cruz (1651 – 1691)
Leídas las iniciales dice MARTIN DE OLIVAS, a quien iba dirigido el poema. La poetisa se permite sendas licencias ortográficas en las iniciales de los versos 11 y 12 ( i por y, vajel por bajel, respectivamente) para que el acróstico sea correcto.
3.3.1.3. Ejemplo de soneto con cola.
Los ojos de honestíssima paloma.
o del octauo cielo las estrellas
relumbrantes:
La frente de la Aurora, quando asoma:
A las granadas las mexillas bellas
semejantes:
Los labios qual carmín deshecho en goma
palabras y meneos de doncellas
no arrogantes:
El pecho qual confeccionada poma,
los pies quales Rubís que dan centellas
o Diamantes:
La estatura qual de una hermosa palma,
y de Marfil el blanco cuello, y manos,
son dotes deste cuerpo sacrosanto
de María:
porque los interiores, y del alma,
venid, oh cherubines soberanos,
a los cantar, que ya no puede tanto
mi Talía.
Juan Díaz Rengifo (siglo XVII) (DME)
3.3.1.4. Soneto continuo.
Ceniza espiritada, vil mixtura,
hombre de poluo, y lágryimas formado,
por ley diuina a muerte condenado,
¿porqué no pones freno a tu locura?
Comienza ya a llorar con amargura,
lo mucho que a Dios tienes enojado,
la mala vida, el tiempo mal gastado,
si no te quieres ver en apretura.
Llamándo te está ya la sepultura,
lugar estrecho, do será enterrado
deleyte, honra, mando y hermosura,
y quanto en esta vida es estimado.
El alma es inmortal, y siempre dura,
en sola ella emplea tu cuydado.
Juan Díaz Rengifo (siglo XVII) (DME)
3.3.1.5. Soneto doblado o doble.
Amor es lazo en tierra solapado,
ladrón disimulado,
ponzoña entre la dulce miel metida,
serpiente en en frescas yeruas encogida,
que da mortal herida,
hondura en el seguro y ancho vado:
León junto al camino agaçapado,
de hambre fatigado,
centella entre las pajas escondida,
halago, con que muere nuestra vida,
entrada sin salida,
castillo que debaxo está minado:
Celada de enemigos en la sierra,
fingido lamentar de cocodrilo,
candela sin pabilo,
veleta de tejado variable;
de lana por torcer delgado hilo,
engaño manifiesto y deleytable,
calentura incurable,
promete paz, mas es la misma guerra.
Juan Díaz Rengifo (siglo XVII) (DME)
3.3.1.6. Soneto con eco.
Peligro tiene el más probado Vado;
quien no teme que el mal le impida Pida,
mientras la suerte le convida Vida,
y goce el bien tan sin cuidado Dado.
Mas cuanto en más afortunado Hado
fuerza y poder se descomida Mida,
cuán presto adonde más resida Es ida
la gloria vil deste prestado Estado.
La honra puede tu estandarte Darte,
amor, por quien la recatada Atada
tuvo en el fuego que reparte Parte.
Fue la defensa, aunque ordenada, Nada,
pues es por ti, sin remediarte Arte,
la cuerda, loca; la encerrada, Errada.
Lope de Vega (1562-1635) (DME)
5.3.1.7. Soneto encadenado.
Pluguiera a Dios que en ti Sabiduría,
(guía del alma y celestial lumbrera)
huuiera yo empleado el largo día,
la fría noche, el tiempo que perdiera
Tuuiera con tu dulce compañía
alegría en lo adverso, y paz entera;
viera lo que no vi, quando crehía
que vía, lo que ver jamás quisiera.
Vencido de ignorancia, pobre y ciego,
entrego a ti el ingenio enuejezido
despedido del ocio y vano juego.
Ruégote le recibas, que, aunque ha sido
perdido por su gran desasosiego,
sosiego ha de hallar a ti rendido.
Juan Díaz Rengifo (siglo XVII) (DME)
5.3.1.8 Soneto con repetición.
Guarda mundo tu flaca fortaleza,
fortaleza de carne no la quiero
quiero seruir a aquel en quien espero,
espero hará de roble mi flaqueza.
Flaqueza en la virtud es gran vileza,
vileza no consiente un cauallero,
cauallero en la sangre, no en dinero,
dinero que escurece la nobleza.
Nobleza verdadera en Dios se halla,
hállala el que a sí mismo despreciando,
preciando a solo Dios en él se honra.
Honra Dios a los suyos, quando calla,
calla, porque en silencio está ayudando
dando paciencia y honra en la deshonra.
Juan Díaz Rengifo (siglo XVII) (DME)
5.3.1.9. Soneto retrógrado.
Sagrado Redentor y dulce esposo,
peregrino y supremo Rey del cielo,
camino celestial, firme consuelo
amado Saluador, Jesús gracioso:
prado ameno, apacible, deleytoso,
fino Rubí engastado, fuego en yelo,
Diuino Amor, paciente, y santo zelo,
dechado perfetissimo, y glorioso.
Muestra de amor, y caridad subida,
distes Señor al mundo haziendo os hombre,
tierra pobre, y humilde a vos juntando:
vinistes hombre y Dios, amparo y vida,
nuestra vida y miseria mejorando,
encierra tal grandeza, tal renombre.
Juan Díaz Rengifo (siglo XVII) (DME)
Puede leerse (por palabras enteras) tanto de izquierda a derecha como de derecha a izquierda, y en ambos sentidos es soneto correcto en métrica, rítmica y rima.
5.3.2. Con diferencias de estilo.
5.3.2.1. Soneto terciado.
Esquema de rimas: ABAB ABAB CDC DCD
Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,
no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.
Federico García Lorca (1898-1936) [Sonetos del amor oscuro]
http//: users.fulladsl.be/spb1667/cultural/lorca/poemas_sueltos/sonetos/tengo_miedo_a_perder_la_maravilla.html
5.3.2.2. Soneto inglés.
El soneto inglés tiene el régimen de rimas: ABAB CDCD EFEF GG, en mi pequeña biblioteca no he encontrado otro ejemplo que uno de Jorge Luis Borges, con régimen de rimas ABAB CDDC EFFE GG, es decir, en vez de tres serventesios y un pareado (que es el clásico inglés) lleva un serventesio seguido de dos cuartetos con rima abrazada y un pareado. Es inglés pero no sirve, por lo dicho, como ejemplo impecable del soneto inglés que describo en la teoría. Por esa razón, y echando por delante todas mis disculpas, incluyo como ejemplo uno mío:
Amor ajeno al paso de los años
Tuviste que ser tú quien, apenada,
de clepsidra implacable dolorida,
acusara de Cronos la pedrada;
y yo, ignorando tan funesta herida,
entretenido en verte tan hermosa,
luciendo, ajena al paso de los días,
en tu quietud serena y armoniosa,
no cayera en los años que cumplías …
Dicen que es la virtud del Paraíso
ser insensible al paso de los años;
no te extrañes, amor, si de improviso
me pilla tu flamante cumpleaños:
Que aquel que en la honda dicha se recrea
como te conoció siempre te vea.
Francisco Redondo Benito de Valle
5.3.2.3. Soneto alejandrino.
Caupolicán
Es algo formidable que vio la vieja raza;
robusto tronco de árbol al hombro de un campeón
salvaje y aguerrido, cuya fornida maza
blandiera el brazo de Hércules, o el brazo de Sansón.
Por casco sus cabellos, su pecho por coraza,
pudiera tal guerrero, de Arauco en la región
lancero de los bosques, Nemrod que todo caza,
desjarretar un toro, o estrangular un león.
Anduvo, anduvo, anduvo. Le vio la luz del día
le vio la tarde pálida, le vio la noche fría,
y siempre el tronco de árbol a cuestas del titán.
“El Toqui, el Toqui”, clama la conmovida casta.
Anduvo, anduvo, anduvo. La aurora dijo: “Basta”,
e irguióse la alta frente del gran Caupolicán.
Rubén Darío (1867-1916) (MEQ)
El régimen de rimas que aquí se emplea: ABAB ABAB CCD EED no es lo característico del soneto alejandrino, y podría haber sido otro cualquiera de los válidos para el soneto clásico. Lo único que caracteriza al soneto alejandrino es el empleo del verso de 14 sílabas, del mismo nombre.
5.3.2.4. Soneto pareado.
Como el ejemplo que tengo no me convence, compongo éste:
Juegos de amor
Me ha parecido bien que así lo hicieras:
cerrar los ojos como si estuvieras
soñándome en la ausencia, concentrada
en sentirme muy cerca de tu almohada.
Soñar la lejanía sin fronteras
donde vaga el amor que tu quisieras,
distante en la remota madrugada,
y despertar del sueño … y verse amada.
Trances de sueños, besos y delicias
renuevan la pasión entre caricias
sin que se extinga el deleitoso fuego.
Fantasía, deseo, luz y llama,
voluptuoso volcán que se derrama,
Amor es drama, variación y juego.
Francisco Redondo Benito de Valle
Madrid, 21 de agosto de 2007
Compuesto “ex profeso” para este ejemplo.
5.3.2.5. Soneto polimétrico o con pies quebrados.
El siguiente, de Manuel Machado, combina endecasílabos, alejandrinos, heptasílabos y hasta un eneasílabo.
Madrigal de madrigales
¿Qué nuevo nombre a ti, creadora de poetas,
esencia de la juventud,
si todas las magníficas y todas las discretas
cosas que se han hecho y dicho en tu virtud?
¿Qué madrigal a ti, compendio de hermosuras,
luz de vida, si
mis pequeños poemas y mis grandes locuras
han sido siempre para ti? …
En la hora exaltada
de estos nuevos loores,
toda la gaya gesta de tu poeta es …
tirar de la lazada
que ata el ramo de flores
y que las flores caigan a tus pies.
Manuel Machado (1874-1947)
5.3.3. Con peculiaridades extravagantes.
5.3.3.1. Sonetos bilingüe o trilíngüe.
El soneto siguiente tiene, al parecer, según Joseph Vicens, sentido en latín, catalán y castellano:
Sol de Aquino, de sphera peregrina,
heroica, excelsa, clara, prodigiosa;
gloria de Italia, gracia mysteriosa
arca de ciencia, fama de doctrina:
Cathedras de infinita disciplina,
academias de sapiencia gloriosa,
méthodos de obediencia religiosa,
thronos fundas de sacra medicina.
Si declaras sentencias tan profundas,
si tu frequentas citharas phebeas,
si apollineas cantas circunstancias,
amplifica, Thomas, venas fecundas,
administra poeticas ideas,
metricas representa consonancias.
Jaime de Portell y Font (DME)
5.3.3.2. Soneto invertido.
Musa, al revés hagamos un soneto:
es decir, comencemos la tarea
por escribir el último terceto.
Es preciso buscar alguna idea;
pero debo advertirte acá, en secreto,
que ni de fe ni de esperanza sea.
La esperanza y la fe no están de moda;
la misma caridad es anticuada;
los sagrados derechos de la nada
solo los niega ya la gente goda.
Hoy ninguna maldad al hombre enloda,
y los nietos del mono y la monada
solo saben el “sé que no sé nada”,
y fundan en dudar la ciencia toda.
Ricardo Carrasquilla (DME)
5.3.3.3. Soneto machihembrado.
El día, que antes era noche oscura,
vuelve a ser día cada vez más puro;
la noche, que antes era día oscuro,
vuelve a ser noche cada vez más pura.
El cielo, que antes era tierra impura,
vuelve a ser cielo menos inseguro;
la tierra, que antes era cielo impuro,
vuelve a ser tierra menos insegura;
desde que en este día sin reproche,
desde que en esta noche que no es noche,
desde que en este cielo que destierra,
desde que en esta tierra que no es tierra,
el corazón, ayer deshabitado,
vuelve a ser corazón enamorado.
Francisco Luis Bernárdez (DME)
5.3.3.4. Soneto de trece versos
De una juvenil inocencia,
¿qué conservar sino el sutil
perfume, esencia de su abril,
la más maravillosa esencia?
Por lamentar a mi conciencia
quedó de un sonoro marfil
un cuento que fue de Las mil
y una noche de mi existencia …
Scherezada se entredurmió …
El Visir quedó meditando …
Dinarzada el día olvidó …
Mas el pájaro azul volvió …
Pero … No obstante … Siempre … Cuando …
Rubén Darío (1867-1916) (DME)
Otra peculiaridad de este soneto es tener versos de 9 sílabas.
5.3.4. Sonetos devaluados.
5.3.4.1. Soneto de cuartetos independientes.
Cuanto Bilbao en la memoria. Días
colegiales. Atardeceres grises,
lluviosos. Reprimidas alegrías,
furtivo cine, cacahuey, anises.
Alta terraza, procesión de jueves
santo, de viernes santo, santo, santo.
Por Pasagarri las últimas nieves
y por Archanda helechos hechos llanto.
Vieja Bilbao, antigua plaza Nueva,
Barrencalle Barrena, soportales
junto al Nervión: mi vida despiadada
y beata. (La Virgen de la Cueva,
que llueva, llueva, llueva.) Barrizales
de alma niña y tierna y destrozada.
Blas de Otero (1916-1979) (DME)
5.3.4.2. Soneto asonante.
Este cuerpo sellado por la inercia,
vivo sin voz, ausente sin sentido,
que al grito de los hombres no despierta
y el sueño arrastra a su secreto sino,
este cuerpo, mi cuerpo, sometido
a la niebla más niebla de mi muerta
soledad, sin presencia ni destino,
perdido el aire sin saber la esencia;
este cuerpo sin voz, metal sin fuego,
mano sin despedida que no muevo,
brazo, lirio de lava y de ceniza,
aire sin soplo de ternura verde;
este cuerpo sin voz ya no es la vida,
pero tampoco el sueño, ni la muerte.
Bernardo Ortiz de Montellano (DME)
5.3.4.3. Soneto sin rima o soneto blanco.
No habiendo encontrado ejemplo magistral aporto este mío:
El don de la Palabra
Soneto blanco
Me ha visitado el Verbo. La Palabra
ha cobrado su altura taumatúrgica
y habita en plenitud entre las gentes.
Todo es posible ya: miradme ungido
del don de hacer mi Voz inolvidable.
Entended mi Concepto, ya informado
en noble Persuasión por la Oratoria,
por la que la Razón se hace Evidencia.
El aliento que mana la garganta,
del fónico altavoz que lo articula
en tropa de sintagmas firme brota.
El tono justo, la dicción medida,
el acento que al ritmo marca el paso
trenzan la seducción de ajeno oído.
Francisco Redondo Benito de Valle
5.3.5. Variantes del soneto en arte menor.
5.3.5.1. El sonetillo.
El piano
Bajo la tarde serena
con ritmo dulce y liviano,
solloza un piano lejano
la suavidad de su pena.
Todo mi pecho se llena
de la tristeza del piano
y pienso en la fina mano
bajo la que el piano suena …
Cada suspiro del viento
acerca hacia mí el acento
de la música preclara.
Y llora el alma sonora,
como si el piano que llora
dentro del alma llorara.
Nicolás Guillén (1902-) (MEQ)
5.3.5.2. Soneto septenario.
Con pérfido aparato
de amorosa fatiga,
luce su oro en la intriga
y en el ojo del gato.
Poetas, su recato
no pasa de su liga;
evitad que os consiga
su fácil celibato.
El dulce Shakespeare canta
su discreción de infanta;
mas cuando su alma aduna
con Julieta infelice,
“swear not by the moon”, dice:
No juréis por la luna.
Leopoldo Lugones (1874-1938) (DME)
6. Bibliografía.
Se ha manejado en esta reseña sobre el soneto la siguiente bibliografía:
1. Manual de versificación española (MVE) 1ª edición, 5ª reimpresión 1997 – Rudolph Baehr Editorial Gredos – Páginas 385-402.
2. Diccionario de métrica española (DME) 2ª edición 1ª reimpresión (revisada) 2004 – José Domínguez Caparrós Alianza Editorial – Páginas 407-422.
3. Métrica española (ME) 2ª edición 1ª reimpresión 2006 – José Domínguez Caparrós Editorial Síntesis – Páginas 225 – 228.
4. Métrica española (MEQ) 1ª edición, corregida y aumentada 1984 18ª reimpresión 2007 – Antonio Quilis Editorial Ariel – Páginas 136 – 147.
5. Las mil mejores poesías de la lengua castellana (1000MP) Trigésima edición - José Bergua Clásicos Bergúa.
6. Obra poética completa - Miguel Hernández 5ª edición 1979 Editorial Zero
7. Ancía - Blas de Otero 5ª edición 1978 Colección VISOR de poesía.