viernes, 24 de julio de 2009

Michiyo

Si se pusiera

un mango a la Luna

¡oh, qué abanico!


Antiguo haikai japonés



Dicen que el hombre no es hombre

hasta que no oye su nombre

de labios de una mujer.

Puede ser.


Proverbios. Antonio Machado.


Michiyo[1]

Epitalamio en haikues rimados o seguidillas cortas


Va de regalo:

al paipay de la Luna

le falta el palo.


Igual que al Sol,

que le falta la mata

para ser flor.


Falta a la gema

del lucero la plata

de su diadema.


Y a este haikú

para tener un alma

le faltas tú.


Michiyo y Néstor: vuestro tío os desea que seáis muy felices.



[1] Esposa, japonesa, de mi sobrino Néstor.

No hay comentarios: