Termitero de loco afán suicida,
que carcome la viga en que se asienta,
defeca en el maná que lo alimenta
y emponzoña el raudal que le da vida,
asnos de la estulticia dominante,
cabalgantes del pedo y la inmundicia,
oficiantes del lucro y la codicia
en el culto de un mundo declinante:
No os detendréis en tanto haya algo vivo.
No enmendaréis aunque tengáis el daño
manifiesto y patente ante los ojos.
A pesar de mí mismo os acompaño
maldiciendo este drama destructivo
de mi planeta azul vuelto en despojos.
viernes, 5 de diciembre de 2008
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