Al hilo de un soneto de Luis Valero
También el esculpir es una resta:
ver la forma escondida en bloque o leño
y la forma, a cincel, sin más diseño,
quitando lo que sobra, es manifiesta.
Resta quien escamonda la floresta,
quien escarda ababol, grama o beleño
quien criba el rubio material trigueño
o desnuda al Amor para su fiesta.
Restar es despojar de lo que sobra
por reducirse sólo a lo que vale:
desentrañar lo puro de la esencia.
Y todo está muy bien si en tu conciencia
está muy claro lo que sobra y vale,
y restas sin marrar la maniobra.
¿Crear lo que no existe? Robar el fuego de los dioses (Prometeo, héroe inconformista y revolucionario al que finalmente un águila devoraba eternamente las entrañas). ¿Revelar lo subyacente (y por tanto preexistente), eliminando la ganga sobrante? Se acepta la superioridad de los dioses y su dirección de los actos del hombre a través de eso sútil que se llama inspiración. Héroe conformista y reformista: hay lo que hay, sólo hace falta saber verlo. No digo nombres.
Perdonad, perdonad. Estoy hoy digresivo.
miércoles, 24 de octubre de 2007
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