El Campo siempre florece
a la vera del Amor;
y al Amor el Campo ofrece
las flechas con que enloquece
a las muchachas en flor:
(Allá un susurro escondido,
aquí una flor que embelesa,
aquí un aroma encendido ...
Aquí el silbo enardecido
del dios Pan que, al fin, la besa).
jueves, 26 de abril de 2007
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