jueves, 8 de febrero de 2007

Hipérbola

Del puro cono de revolución,
paralelo a su eje, plano alzado,
de infinita segur, tajo afilado
obtiene la hiperbólica sección.[1]

Geométrica y neta condición:
que el punto, en sus distancias, apartado
de los focos que irradian a su lado,
dé constante la nuda substracción.[2]

Arma tensada del asirio arquero
en un espejo terso reflejada
cuya asíntota roza en lo infinito.

Equis en curva rota, desgajada,
que aborta un beso sin nacer, marchito,
y amortigua su grito postrimero.

[1] La hipérbola es una curva cónica que se obtiene cortando un cono de revolución mediante un plano paralelo a su eje.

[2] La característica fundamental o condición esencial de los puntos de una hipérbola es que la diferencia de sus distancias a dos puntos fijos que se llaman focos sea constante en valor absoluto.

1 comentario:

Francisco Redondo dijo...

Algunas explicaciones más

Cita:
Arma tensada del asirio arquero
en un espejo terso reflejada


Las dos ramas de la hipérbola me parecen los arcos tensados de dos arqueros asirios enfrentados, de los que uno sería la copia exacta del otro reflejada en un espejo - el eje de simetría vertical -. Un arquero asirio enfrentado a su propia imagen.

Cita:
cuya asíntota roza en lo infinito


El arco, prolongado hasta el infinito en sus extremos toca a las rectas cruzadas, las asíntotas, que así se llaman en geometría estas rectas tangentes a una curva en un punto infinitamente alejado.

Cita:
Equis en curva rota, desgajada,
que aborta un beso sin nacer, marchito,
y amortigua su grito postrimero.


Esta imagen es más compleja y gratuita. Las dos ramas de la hipérbola, la izquierda y la derecha, las entiendo aquí como una curvatura y deformación de las propias asíntotas - las rectas que forman la equis que enmarca la hipérbola -. Ésta, al curvarse en dos desde la equis, se desgaja en dos que semejan como dos rostros que casi se besan, y luego se alejan, irremediablemente, como en un grito, hacia el infinito ... Como se puede ver, tratar de explicar una versión poética de un hecho tan racional como la geometría nos hunde de lleno en lo irracional y gratuito. Casi mejor no explicarlo.