El amor que persevera
El próximo martes, día 19 de
Noviembre, cumple años mi amor, mi bien, mi esposa Julia, Julita. Cumple
ochenta y dos – yo tengo ochenta y cinco y pico -, y nuestro amor cumple más de
sesenta. Y juro – “no jures por la Luna, la inconstante Luna”, le pedía a su
Romeo la hermosa Julieta -, juro pues por la Tierra firme que nos sustenta, que
nuestro amor fue, ha sido y es, constante, sincero, cálido y profundo, desde el
primer día hasta hoy, y de hoy en adelante, y que nos ha proporcionado algo … que
es lo más parecido a la Felicidad que pudiera imaginarse.
Por ello, en conmemoración,
homenaje y glosa de tanta dicha, desempolvo mi vieja herramienta de
comunicación, la quintilla y traigo aquí tan solo tres de ellas, que han de
decir, con mucha más precisión que la que pudiera permitir la rudeza de la
prosa, lo que me inspira tan gloriosa efemérides.
En el jardín de mi Amor
dichoso soy jardinero:
no es espontánea mi Flor,
precisa riego y calor,
luz y Cariño sincero.
Flor tan delicada y bella,
que un sólo olvido marchita
y desmaya una querella,
cuidado constante de ella
a diario necesita.
Pero, ¡qué exquisito el fruto
del Amor que persevera!
Te lo aseguro: disfruto
un edén, cada minuto,
de la dicha verdadera.
Sábado, 16 de noviembre
de 2024
Francisco