martes, 2 de febrero de 2021

Apuntes para una arqueología de la agricultura de los cereales

 A mi hijo Pedro, de vocación panadera

 

[PREPARAR]

 

ARAR:

Yunta o par, par o yunta: mansedumbres

uncidas al castigo del trabajo.

Alzar, binar, terciar, quebrar la tierra

con la proa rompiente del arado.

 

SEMBRAR:

De entre una biblioteca de adeenes

seleccionar la página adecuada,

echar al hombro el saco sementero

y recorrer cantando las besanas,

por confiar al aire el fundamento

que fecunda el perfil de las aradas.

 

[VEGETAR:]

 

GERMINAR:

De su nicho de sílice y estiércol,

beso de sol, reposo y humedades,

cápsula adormecida, la simiente

despliega el esplendor de su equipaje

que encriptara en su hélice miniada

la química latente en su mensaje.

 

ENCAÑAR:

“Era por Mayo en su calor creciente,

trinaban sus dolientes desventuras

aves canoras y amorosas gentes”,

cuando la grey dormida de Natura

cálamos desplegaba adolescentes

por buscar luces, vientos y aventuras

más allá de la madre y sus simientes

y el bullir de reptantes criaturas,

para dar el tesoro de sus vientres

al azar masculino que fecunda.

 

 

GRANAR:

De ese mar encrespado en su verdura

y el suelo que abrigara la simiente,

poderoso alquimista taumaturgo,

el gran disco solar resplandeciente

agua y estiércol transmutando en oro

va grano a grano laboriosamente,

y en sartas de dorados almidones

-azúcar combinado doblemente-

armando va el alcázar de la espiga,

que las glumas protegen y defienden.

 

[COSECHAR]

 

SEGAR:

Y aquí son las tragedias de las mieses:

soñaban ser progenie y un minuto

después las fieras hoces degradaban

su ensueño cereal a mero fruto.

Escuadrones de filos implacables

deducían del agro su tributo:

del grácil tallo, solo inerte paja,

del oro vivo, próvido instituto;

ingente almiar, promesa para el troje,

gloria de la labranza y su estatuto.

 

ESPIGAR:

Es tarea de pobres, menudencia,

en tiempo inmemorial ya consentida:

la espigadora – suelen ser mujeres –

“iba al rastrojo tras de la cuadrilla”

por ver si el segador abandonaba

como al descuido alguna que otra espiga,

que ella afanosamente rescataba

y guardaba con celo “en su esportilla”.

La misma Biblia, en libro aparte nombra

el laborar de Ruth la moabita

quien, viuda y sin recursos, espigaba

por cuidar de su suegra empobrecida.

Luego Millet, maestro de pinceles,

hizo inmortal esta humildad bendita.

 

 

TRILLAR:

Primero esparcen mieses por las eras,

ya deshechos los haces, y los trillos,

de incisivas esquirlas pedernales,

trineos por los trigos amarillos,

las parvas acuchillan y fracturan

entre el bullir estivo de chiquillos

 

AVENTAR:

Es separar el grano de la paja,

la brisa como cómplice y agente.

Horcas o bieldos de la mies trillada

al aire lanzan repetidamente

esperando que el viento en su latido

lo grave deje, lo ligero lleve.

Mas tarde, el apartar trigo de granza

será labor de criba en lapso breve;

 

[PROCESAR]

 

MOLER:

Y aquí llega la industria del molino,

la picardía de la molinera,

las fabulosas aspas cervantinas,

que al hidalgo gigantes parecieran,

o si no las aceñas que los ríos

mueven con su agua clara, si la hubiera;

todos, pues, artefactos que permiten

tornar en polvo el logro de las eras,

cuando un prodigio de la biología

se aplasta entre las piedras de la muela.

Luego el cedazo fino discrimina

harina de salvado en su tarea.

 

AMASAR Y HORNEAR: PANIFICAR:

Harina y agua y sal y levadura:

amasar pan, la gran artesanía,

la que se hace en el seno de la artesa,

y en el horno es el pan de cada día.

Es de siglos promesa cotidiana,

manjar de Dios, sagrada eucaristía.

 

Madrid, miércoles, 3 de febrero de 2021


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