jueves, 13 de agosto de 2020

El tamayo que no cesa


Hace tiempo fue Tamayo

y ayer nos viene Calvente:

la traición intermitente

que acomete sin desmayo.

 

Nunca faltará un lacayo

del Rey de Oros vigente

a intoxicar a la gente

desde prensa, tele o rayo,

 

ni algún ropón con puñeta

que preste oído a rumores

y no al trueno que retumba …

 

Pues cuando la izquierda inquieta

-y cómo inquieta, señores -

¡leña al mono hasta la tumba!

 

¡A la puñetera tumba!

Leña al mono, que es de goma,

y al rojillo que se asoma.

 

Francisco Redondo Benito de Valle 

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