domingo, 23 de octubre de 2016

Los amigos perdidos

Los amigos perdidos

¿Qué encrucijada os desvió? ¿Qué enredo
de la vida os dejó en el camino,
lejos del corazón que palpitaba
con vuestro amor y vuestra compañía?

¿Podrá, lejos de todos, este pecho doliente
seguir con tanta carga de ausencias y de olvidos?
Duro es vivir en soledad, dura es la falta
insalvable del deudo y del amigo.

Nada me sabe igual, nada conforta
el pasar taciturno de mis días.
Herido de nostalgia, sin consuelo,
clamo y reclamo en vano.

Es mi memoria lastre doloroso,
peso mortal,  necrópolis funesta,
que cada nombre torna en epitafio
y en graves losas cambia los recuerdos.


Madrid, 11 de agosto de 1.986

2 comentarios:

Childe dijo...

A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan los pensamiento

UN PLACER COMO SIEMPRE

Francisco Redondo dijo...

Gracias, amigo Enrique.