Tranquila que se lucía
la
marítima pancracia
por
dunas de Andalucía
hasta
que un aciago día
a
Manuela cayó en gracia.
Descuidada
de tercero
quiso
adornarse con ella
sin
saber que un reportero
que cela
en su retortero
busca
montarle querella.
¡Una
flor! La Wikipedia
le
conduce a la pancracia.
¡¡La
pancracia, qué tragedia!!
¡¡¡En
extinción!!! ¿Quién remedia
esta
funesta desgracia?
Pronto
llegan las noticias
al oído
de Marhuenda.
-Ya la
tenemos ¡albricias!
Atentado
con sevicias
contra-Natura-delenda.
Es la
azucena de mar,
de
amarilidácea vena,
de
ovario trilocular,
planta
fácil de encontrar
en
mediterránea arena.
Allí a
su placer habita,
descuidada
de la aviesa,
coqueta
edil podemita
que sin
permiso la invita
a ornar
su ojal de alcaldesa.
-¡Pero
eso es desmesurado!-
Un
Marhuenda incontinente
mesa su
cabello, airado,
proclamando
el atentado
contra
el sacro Medio Ambiente.
Traen el
frasco de las sales,
el
lexatín, el viático,
por que
vuelva a sus cabales
y
recobre sus modales
este
príncipe mediático.
-Destacad
esta mañana
este ATENTADO
BOTÁNICO:
dedicadle
doble plana,
maldecid
lo que os dé gana:
CRIMEN,
PERVERSO, SATÁNICO.
-Mostrad
la consternación
que me
merece este acto,
que
Carmena en vacación
es un
peligro en acción
que me
tiene ESTUPEFACTO.
-Que si
cuando no hace nada
nos arma
este putiferio
¿qué no
hará cuando dotada
de la
autoridad “robada”
ejerza
su ministerio?
La
discreta interrupción
de un
subalterno en la entrada
detiene
este sofocón
del
líder de la opinión
contra
la edil imputada.
-Jefe:
cese en su delirio
de
botánicos pesares,
que
aunque le cause martirio
sólo
protegen al lirio
Asturias
y Baleares.
Y así se
salvó por poco
doña
Manuela Carmena
del
botánico sofoco, …
hasta
que hurgándose un moco
la
pillen ¡y será buena!
Francisco Redondo
No hay comentarios:
Publicar un comentario