Dulce, la hija de mi amiga Lupe |
Dulce
anhelado, dulce, dulce, dulce …
Mas no
como las mieles, que empalagan;
no como
los arropes ni las uvas
ni como
los bombones o las pastas.
Dulce …
como los ángeles del cielo,
dulce
como las risas de las hadas,
como un
rayo de sol de primavera,
como el
sabor azul del agua clara,
como el
rumor tranquilo de un arroyo
o el
sueño de una madre enamorada.
Dulce
sereno, con los ojos llenos
de esa
melancolía en la mirada …
Dulce
como tú eres, niña mía,
que
abres los brazos a la luz del alba,
y el
Alba te cobija y te da el seno,
dulce
con dulce, abierto a las mañanas.
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