Quintillas
encadenadas circulares
Este es un tipo de composición
que se me ocurrió para dificultar algo más de lo habitual las quintillas, al
tiempo que obtenía un mejor efecto estético. No sé si habrá antecedentes de
ello – si fuera así ruego se me advierta, aunque, en todo caso, debo decir que
cuando las ideé desconocía que los hubiera, de manera que su creación fue genuina. Lo que si hubo
fueron consecuentes, ya que divulgué este tipo de composición en varios foros
de poesía, y hubieron valientes que se echaron al ruedo y pergeñaron muy buenas
quintillas encadenadas circulares. Por lo demás diré que en mi opinión el
encadenamiento de la rima proporciona a la composición una sonoridad especial
que la enriquece.
Pero a todo esto debo definir
como son las quintillas encadenadas
circulares. Se trata de una sucesión de quintillas en que cada una hereda la rima del último verso de la
quintilla que la precede (encadenamiento)
– es decir, la rima del primer verso de la segunda quintilla es igual a la del
último verso de la anterior. Además, la última quintilla termina en la rima en
que se inició la composición (circularidad)
– es decir, la rima del último verso de la última quintilla ha de ser igual a
la rima del primer verso de la primera.
El número de quintillas ha de ser
igual o mayor que dos. El esquema de rima que suelo usar para este tipo de
composición es el más habitual en esta estrofa: dos rimas dispuestas de manera
que rimen por una parte 1º, 3º y 4º y por otra 2º con 5º (abaab). No obstante podría adoptarse cualquier otro esquema que
respetara las normas generales de rima de la quintillas, a saber
1ª) Uso de rima consonante.
2ª) No dejar versos sueltos.
3ª) No disponer tres versos
seguidos con la misma rima.
A estas condiciones generales de
rima añado una más, que es imprescindible para el encadenamiento:
4ª) El verso primero y el último
han de llevar diferente rima.
De las tres primeras normas se
deduce una consecuencia:
-
El
número de rimas diferentes de una quintilla ha de ser precisamente de dos.
Y del conjunto de todas las
normas se obtiene que los únicos tipos válidos de esquema para este tipo de
composición son los que siguen:
1.
aabab 2. abaab 3. abbab 4. ababb
Como he dejado dicho más arriba,
yo uso el tipo nº 2, que es el más habitual en la versificación en castellano.
Madrid, castillo famoso
que al rey moro alivia el miedo,
bate en fiestas en su coso
por ser el natal dichoso
de Alimenón de Toledo …
Moratín – Fiesta de toros en Madrid
No obstante cualquiera de los
esquemas es válido, pero, eso sí, una vez elegido esquema, éste debe mantenerse
para todas las quintillas de la composición.
Entonces, elegido esquema y
fijado el número de quintillas – supongamos el nº 2 y 4 quintillas – el esquema
total de la composición sería como sigue:
abaab bcbbc cdccd
dadda
Es fácil deducir que:
1)
El
número de rimas distintas manejadas es igual al número de quintillas (en este
caso, de 4: a b c d)
2)
El
número de ocurrencias de cada rima (lo que da la medida de la dificultad de la
composición) es siempre de 5.
A efectos comparativos pongamos
los números máximos de ocurrencias de rima consonante en composiciones muy
conocidas:
Pareados
…………………………….. 2
Tercetos aislados
...…………………. 2
Tercetos
encadenados ……………... 3
Tercetos en un
soneto con dos rimas 3
Cuartetos o
serventesios aislados …. 2
Cuartetos en un
soneto …………….. 4
Quintetos o
quintillas aislados …….. 3
Décimas espinelas
………………….. 3
Ovillejos
…………………………….. 4
Quintillas encadenadas circulares … 5
Finalmente, a efectos de ejemplo
práctico, consigno una composición mía de cuatro quintillas en sucesión
encadenada circular.
A este canto
que yo canto
el Pueblo le
da sustento;
con el Pueblo
me levanto
y, con su
risa o su llanto
me conforto o
me lamento.
A su voluntad
atento,
mis pasos
recto encamino,
a sus deseos
asiento
y es el soplo
de su aliento
quien dirige
mi destino.
Cuando se
acabe el camino
que marca mi
trayectoria
con su trazo
ardiente y fino,
y ya ante el
juicio divino
se represente
mi historia,
diré, y será
mi victoria
sobre La Que
Causa Espanto:
-
No quiero, Dios, otra gloria
que yacer en la memoria
de este Pueblo que amé tanto.
Rimas:
a – anto; b – ento; c – ino; d – oria
Madrid, viernes, 3 de enero de 2014
Francisco Redondo