viernes, 11 de octubre de 2013

Otoño también tañe liras

Tilos en Otoño en la Calle de Santiago de Compostela (Madrid). Foto del autor.























También Otoño, liras
tañe encendidas en las hojas yertas,
en minúsculas piras
so las ramas desiertas
que añoran tristes sus verduras muertas.

La húmeda podredumbre
de tanta gloria vegetal caída,
esa anual herrumbre
del ciclo de la vida
su aroma dulce, al fermentar, convida.

El dorado crepúsculo,
de sienas, ocres, rojos y amarillos
aquelarre mayúsculo,
nos envuelve en sus brillos
mientras Cierzo nos lanza sus cuchillos.

4 comentarios:

Jesús Herrera Peña dijo...

Preciosa poesía, amigo Francisco. Preciosa y melancólica.
Tan solo me pregunto si no estará de más esa coma con la que termina el primer verso y será más lógico hacer encabalgamiento con la frase al completo "liras tañe encendidas en las hojas yertas".
Bueno, sin importancia. Es que me da corte llegar a un comentario de un blog y decir con ramplonería: "Qué bonito. Saludos".

Francisco Redondo dijo...

Muchas gracias, Jesús. No sé, quizá a veces me paso poniendo comas. Lo he hecho para tratar de aclarar un poco el hipérbaton, la alteración del orden gramatical ortodoxo de la frase, que habría de ser
Otoño tañe liras encendidas en las hojas yertas,
pero que la necesidad de ajustarla en medida y rima a la estructura de la lira me forzó a anteponer el complemento directo al verbo, por lo que encerré aquel entre comas, lo que quizá puede ser discutible, pero es lo que me pidió el cuerpo.
Y es que, es tal mi avidez por las comas, que debo contenerla y no rematar con esa puntuación los finales de los versos tercero y cuarto. Sin comas me siento inseguro ...

Francisco Redondo dijo...

Perdón. Mis saludos, Jesús. Disculpa que lo deje así mientras me lo pienso.
Un abrazo.

Francisco Redondo dijo...

Sí, por fin me he convencido, Jesús. Creo que tenías razón, y quito la segunda coma del primer verso porque me parece también que sobra.