En las relaciones de
cualquier criatura con su Supremo Hacedor ¿por qué no permitirse la libertad de
ser anarquista?
Reflexiones de un teólogo ateo y anticlerical
Si abiertos tiene nuestros corazones
¿a qué precisa Dios de intermediario?
Al pulular del clero funcionario
¿qué pretexto lo ampara o qué razones?
Si interferir las comunicaciones
de un ser con su Hacedor es temerario
¿qué soberbia conduce al ordinario,
en cosas de moral, a dar lecciones?
¿Para qué quiere Dios una estructura
de orden piramidal que fuerza y pisa
la voluntad de cada criatura?
Precaria fe del Papa, que precisa
tanto tropel de fraile, obispo y cura
para arrear a su rebaño a misa.
[Dicen servir a Dios, pero es más cierto
que a tan escalonada jerarquía
un apetito de poder la guía].
Madrid,
viernes, 22 de marzo de 2013