viernes, 8 de enero de 2010

Llover sobre mojado

(Tormenta sobre el Miño)


El agua sueña en la nube

que es almohada de los ángeles

o yacija de un querube

o el airón de los arcángeles.


Y mientras sueña que sueña

se le enfrían los diamantes,

se le cabrean los humos

en nubarrones tonantes;


lo que fue vellón tranquilo

cobra aspecto amenazante,

que blasfema por el trueno,

y en el relámpago arde.


El leve jirón de niebla

engruesa y se torna grave,

y, cargado de razones,

llueve en gotas verticales.


Y en esta caída acaba

aquel sueño sobre ángeles,

que sobre el Miño se trueca

en impactos circulares.


Circunferencias excéntricas,

mutuamente intersectantes:

(caótica geometría

de caídas humedades)


derivan lánguidamente,

a orillas de junco y salce

entre el latir melancólico

de las frondas alisales.

4 comentarios:

P Á R M U L O dijo...

Una buena reflexión que nos hace pensar demasiado. Gracias por posterar un tema así.

PD: Me inscribo entre tus seguidores para que te pases por mi blog cuando puedas ok? www.lamansiondelpoeta.blogspot.com

Jesús Herrera dijo...

Cuando vamos en un ascensor o en otras situaciones en que no sabemos qué decir, decimos: «parece que va a llover».
Pero tú nos lo dices con esa maestría y con ese arte de la suprema poesía que dan ganas de ponerle al tiempo buena cara.
...Y, ahora que caigo..., ¿quién fue aquél que inventó el símil de lluvia = mal tiempo? ¡¡Qué desatino!!
Bonita poesía, amigo Fancisco.
Salú

Francisco Redondo dijo...

Bienvenido, Parmulo. Te prometo visitar tu sitio.

Francisco Redondo dijo...

Con los tiempos que corren toda lluvia es buena siempre que caiga menudita y mansa.

Un abrazo, Jesús