Comentario a otro de Germinal Sánchez, que se maravillaba de la inteligencia de los perros, por uno que vió en Francia y casi sabía hablar
Pues, aunque nos siente mal,
de todo esto se deduce
que el habla que tanto luce
el humano carcamal
tan sólo es habla local
que a ningún sitio conduce,
mientras que el perro traduce
un lenguaje universal.
Que eso que tú viste en Francia
no es magia ni nigromancia
ni un Auto Sacramental;
es mera sabiduría
de la canina jauría,
mi querido Germinal.