Referencia de imagen: Fuente propia. Paso de cebra en la calle Sangenjo, esquina a la de Fermín Caballero. Madrid.
Aunque no tiene alcoba ni usa cama,
y al raso ve pasar la noche entera,
la calle se ha vestido su pijama
para cruzar al peatón de acera:
sea una anciana y circunspecta dama,
un chicuelo vivaz, o algún hortera.
Que de todos se cuida y asegura
este ángel a franjas de pintura.
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