domingo, 14 de octubre de 2007

La ciudad encantada




Granada desde el Albaicín al amanecer.
A Juan.

En el aire limpio
una paloma vuela
con el solo propósito
de definir la aurora
para mí …

¡Qué privilegio!

En la cercana sierra
la nieve albea
con el solo propósito
de definir lo blanco … y lo frío
para mí …

¡Qué privilegio!

Entre clamor de pájaros
repica un campanil
con el solo propósito
de inaugurar el día
para mí …

¡Qué privilegio!

Delante de mis ojos
la Alhambra se despliega
como un tapiz.
El asombro de siglos,
ahora, para mí …

¡Qué privilegio!
OOOOOOOOOOOOH

2 comentarios:

abueloscrisytoño dijo...

!Precioso! !felicidades!
Un saludo A.Cris

Francisco Redondo dijo...

Granada ayuda mucho al poeta. Gracias por tu visita, A. Cris

Francisco Redondo.