No, como hiciera un ínclito poeta,
he de incitar a nadie al “bushicidio”[1];
payaso tal no vale un homicidio,
mejor si le arrancaran la careta.
Esa torpe y funesta marioneta
ya tiene al mundo al borde del suicidio …
(y a mí en arcadas de mortal fastidio
su mueca populista y obsoleta).
Si Democracia en teoría elige
por la mano del Pueblo a los mejores,
y es USA la primera democracia,
a esa mediocridad que el mundo rige
¿qué sucesión de infamias o de errores
lo elevó a Timonel de la Desgracia?
Sin vana diplomacia,
¿no hay puto manicomio o sepultura
que encierre a ese patán y a su locura?
[1] Referencia al libro “Incitación al nixonicidio y alabanza de la revolución chilena” del enorme poeta Pablo Neruda. Sólo que Nixon tenía más categoría que Bush “junior”, y Neruda, obviamente, mucha más que yo.
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