Soneto escrito en deshonor de la mafia de fariseos contemporáneos,”hipócritas, sepulcros blanqueados y de raza de víboras”, que mantienen secuestrada, manipulada y corrompida la imagen y la memoria del que en su día contribuyeron a perder: uno de los faros donde brilló, y aún brilla, más intensamente la utopía humana.
¡Mala leche que tuvo el Galileo
con eso del camello y de la aguja!
Con tanto ricachón, tanto granuja
que paga a tocateja el Jubileo.
¡Un rojillo, Jesús, por lo que creo
- por menos de eso se quemó una bruja -,
siempre contra el que tiene y el que estruja,
como esos curas de San Borromeo!
¿Salvar pobres? – Sin más se van salvando,
no tiene ningún mérito absoluto;
pero los ricos … son tan diferentes:
veinte siglos llevamos intentando
lograr algún camello diminuto
o agujas con los ojos como puentes.
martes, 10 de abril de 2007
San Carlos Borromeo – reflexión episcopal
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