Esquema de métrica y rima[1]
de la Canción analizada. Razones que explican su elección por el poeta.
Hemos podido
comprobar que la canción petrarquista permite, dentro de unas pocas normas
generales de estructura, una gran libertad a los poetas a la hora de determinar
la estructura concreta de las estrofas (compárese por ejemplo con el modelo
estrictamente determinado que significa un soneto). Sin embargo esto no fue óbice para que poco a poco fueran consagrándose como fórmulas magistrales
algunos esquemas muy afortunados que fueron pasando de mano en mano de los
creadores por su prestigio comprobado. Este caso que nos ocupa entra dentro de
la explotación de un esquema exitoso. Respecto de Garcilaso transcribo
directamente la anotación explicativa que da Rudolph Baehr: “El más importante
de los cultivadores de la canción en la primera mitad del siglo [XVI] es
Garcilaso. Aun cuando en el asunto muestra mayor independencia, en la
composición métrica se atuvo estrechamente al modelo de Petrarca, y renuncia
por completo al ensayo de variantes. … De seis poesías en que Garcilaso usó la
estancia, al menos en tres sigue el esquema de la canción XIV de Petrarca (Chiare, fresche e dolci acque: abC abC:
cdeeDfF), y su instinto selectivo dio la norma. Así el esquema de esta canción
XIV de Petrarca, que él prefirió, es acaso la forma de la canción petrarquista
más frecuente hasta el siglo XIX; y además es la normal en las canciones de
carácter bucólico.”
Y este esquema, abC
abC: cdeeDfF, es exactamente, en efecto, el de la Canción III de Garcilaso que
analizamos aquí, como podremos ver con más detalle más adelante, en el curso
del análisis.
O sea que, si la
concepción de la canción petrarquista daba un vehículo para la experimentación
de nuevas formas dentro de la poesía medida y rimada, dominante en aquellos
tiempos, pocos eran los que se atrevían a experimentar y muchos los que se
acogían al fruto consagrado por los ensayos de los mejores, incluso un poeta
genial como Garcilaso, creador sin embargo de otras formas poéticas, como ya
hemos dicho.
En cuanto al envío,
Garcilaso lo resuelve mediante una fronte idéntica a la de las estancias a la
que da fin con un pareado de heptasílabo y endecasílabo. Así:
abC abC dD
[CONTINUARÁ]
[CONTINUARÁ]
[1] Representamos simbólicamente el esquema de una
estancia denotando cada verso mediante una letra mayúscula cuando endecasílabo,
minúscula cuando heptasílabo, letra que al mismo tiempo va indicando el final
de rima que le corresponde.
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