viernes, 24 de agosto de 2012

Análisis de la estructura de estrofas y de la métrica de la canción petrarquista o a la italiana “Canción III” (1532), de Garcilaso de la Vega (III)


Esquema de métrica y rima[1] de la Canción analizada. Razones que explican su elección por el poeta.

Hemos podido comprobar que la canción petrarquista permite, dentro de unas pocas normas generales de estructura, una gran libertad a los poetas a la hora de determinar la estructura concreta de las estrofas (compárese por ejemplo con el modelo estrictamente determinado que significa un soneto). Sin embargo esto no fue óbice para que poco a poco fueran consagrándose como fórmulas magistrales algunos esquemas muy afortunados que fueron pasando de mano en mano de los creadores por su prestigio comprobado. Este caso que nos ocupa entra dentro de la explotación de un esquema exitoso. Respecto de Garcilaso transcribo directamente la anotación explicativa que da Rudolph Baehr: “El más importante de los cultivadores de la canción en la primera mitad del siglo [XVI] es Garcilaso. Aun cuando en el asunto muestra mayor independencia, en la composición métrica se atuvo estrechamente al modelo de Petrarca, y renuncia por completo al ensayo de variantes. … De seis poesías en que Garcilaso usó la estancia, al menos en tres sigue el esquema de la canción XIV de Petrarca (Chiare, fresche e dolci acque: abC abC: cdeeDfF), y su instinto selectivo dio la norma. Así el esquema de esta canción XIV de Petrarca, que él prefirió, es acaso la forma de la canción petrarquista más frecuente hasta el siglo XIX; y además es la normal en las canciones de carácter bucólico.”

Y este esquema, abC abC: cdeeDfF, es exactamente, en efecto, el de la Canción III de Garcilaso que analizamos aquí, como podremos ver con más detalle más adelante, en el curso del análisis.

O sea que, si la concepción de la canción petrarquista daba un vehículo para la experimentación de nuevas formas dentro de la poesía medida y rimada, dominante en aquellos tiempos, pocos eran los que se atrevían a experimentar y muchos los que se acogían al fruto consagrado por los ensayos de los mejores, incluso un poeta genial como Garcilaso, creador sin embargo de otras formas poéticas, como ya hemos dicho.

En cuanto al envío, Garcilaso lo resuelve mediante una fronte idéntica a la de las estancias a la que da fin con un pareado de heptasílabo y endecasílabo. Así:

abC abC dD

[CONTINUARÁ]



[1] Representamos simbólicamente el esquema de una estancia denotando cada verso mediante una letra mayúscula cuando endecasílabo, minúscula cuando heptasílabo, letra que al mismo tiempo va indicando el final de rima que le corresponde.

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