lunes, 21 de febrero de 2022

Una infinita sed de primaveras

 

Carne de soledad, témpano herido,

deseo loco, siempre insatisfecho.

Pájaro que en la jaula de mi pecho

siempre canta, contento o dolorido.

 

Bombero pertinaz que ha removido

ríos de roja sangre en el barbecho

reseco de mi cuerpo, cruel desecho

de un eterno buscar, ya sin sentido.

 

¿No cesarás en tu anhelar sin rumbo?

¿No darás por perdida tu porfía?

¿No saciarás tus hambres sin fronteras?

 

La vida es caminar de tumbo en tumbo

un día y otro día y otro día:

una infinita sed de primaveras.

No hay comentarios: