En estos días, en Cáceres, ha nacido la niña África, sobrina nieta de mi amiga Irene, y yo le dedico este
Soneto de Navidad
Hoy
naces Afriquita como un sueño
de
arropes, mazapán y polvorones,
entre
los villancicos y canciones
de un Cáceres
amable y navideño.
No hay
buey ni mula en tu Belén pequeño,
ni
estrella errante ni constelaciones,
que
estamos de recorte y restricciones
y manda
Herodes con su torvo ceño.
Pero hay
Amor en torno de tu cuna,
hay en
los ojos luces y humedades,
y en el
hogar hay paz: la Vida sigue.
Y la
Vida eres tú, cacho de Luna,
que
alumbras estas dulces Navidades
por que
nada las turbe ni castigue.
2 comentarios:
Qué bendición la vida que nace y qué hermoso mensaje el tuyo. Me uno en bendiciones. Saludos.
Yo los transmitiré a la familia de mi amiga, de tu parte, Rosa María. Un abrazo.
Publicar un comentario