Aún no llega a la mitad,
de su sonriente vida,
María, la bien querida.
Y, en su serena beldad,
llega a la flor de la edad.
Esta chavala preciosa,
dulce, pícara, juiciosa,
de un nuevo año al calor,
sus ojos viste de amor
y su amor viste de rosa.
Madrid, miércoles, 26 de
diciembre de 2012
Tu papá.
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