Una posible explicación de la armoniosa combinación de versos
heptasílabos con endecasílabos
De
entre las combinaciones de versos de diversas medidas en una misma composición
destaca por su abundante uso la de versos de siete junto a otros de once sílabas.
Hay numerosísimas estrofas que combinan estos dos tipos de versos; cito, sin
pretender ser exhaustivo, al menos las siguientes: lira, silva, estancia de la
canción petrarquista, muchos estrambotes de sonetos, las diversas formas de
cuartetos-lira y, en general, todas las variantes aliradas que se derivan de
una u otra manera de la canción petrarquista. Todas ellas se caracterizan por
la combinación en exclusiva de heptasílabos con endecasílabos.
Esta
gran popularidad de la fórmula alirada ha de tener sin duda un fundamento de
armonía rítmica cuya naturaleza, sin perjuicio de que ya haya sido tratada por
los teóricos de la métrica, yo desconocía. Ello me ha llevado a reflexionar a menudo
sobre el tema, y como consecuencia he llegado en principio al atisbo de
explicación que expongo y someto al mejor criterio de otros entendidos.
Y la
razón de esa relación armónica entre ambos tipos de verso reside, en mi
criterio, en la identidad rítmica de
las siete primeras sílabas de unos y otros.
En
efecto, como es sabido, todo heptasílabo debe llevar acentuada (como todo verso
castellano) su penúltima sílaba, es decir, la sexta. Antes de ella pueden y deben ir acentuadas otras
sílabas, y según cuales sean resultan los varios tipos rítmicos de heptasílabo[1].
Por otra parte el endecasílabo, desde el punto de vista rítmico, ha de llevar
acentuadas, además de la décima,
o la cuarta o la sexta o ambas sílabas a la vez.
Los acentuados en sexta
solamente son denominados endecasílabos “a maiori”; los acentuados en ambas
constituyen un tipo de los “a minori” que se suelen llamar sáficos a la
francesa. Quedan unos pocos tipos de endecasílabos que no acentúan la sexta: los sáficos puros y
algunos sáficos a la francesa, que acentúan la octava; y los dactílicos (de gaita gallega e italianos), que
acentúan la séptima.
Si nos
centramos en el primer grupo de tipos de endecasílabos, los acentuados en sexta, con mucho los más
numerosos y de uso más habitual, podremos comprobar con facilidad que el ritmo
de sus siete primeras sílabas es idéntico
al de un heptasílabo. De hecho, si a un heptasílabo correcto le
añadimos por su final un tetrasílabo correcto, es decir, que lleve acento en su
penúltima sílaba, obtendremos siempre
un endecasílabo correctamente acentuado. El endecasílabo así obtenido
corresponderá necesariamente a uno de los tipos del grupo antes seleccionado.
Comprobémoslo por tipos de heptasílabos.
Trocaico completo (2,4,6) +
Tetra = End. sáfico a la francesa
Trocaico incompleto (4,6) +
Tetra = End. sáfico a la francesa
Trocaico incompleto (2,6) +
Tetra = End. heroico
Dactílico (3,6) + Tetra = End. melódico
Mixto de tipo A (1,4,6) + Tetra = End. sáfico a la francesa
Mixto de tipo B (1,3,6) +
Tetra = End. enfático o melódico, según la dominancia relativa de uno u otro
acento (1ª o 3ª).
Mirado
de otra manera, si consideramos la teórica división de un endecasílabo en
heterostiquios, marcada por el acento principal central, en nuestro grupo de
endecasílabos acentuados en 6ª la división sería 7+4. De esta manera podríamos
considerar a todo heptasílabo como un endecasílabo truncado, reducido a su
primer heterostiquio.
Todo
esto avala la completa asimilación rítmica de ambos tipos de versos y explica,
en mi entender, la armoniosa alternancia que se da en este tipo de
composiciones citadas.
No
sucedería así, por ejemplo, con un octosílabo, acentuado en 7ª, que lo
acercaría si acaso a los endecasílabos dactílicos, cosa que no he comprobado.
Madrid, miércoles, 1 de agosto de 2012
Francisco Redondo
2 comentarios:
Siempre se aprende mucho al pasar por tu blog. Lo que lamento es no hacerlo más a menudo.
Te mando un saludo muy afectuoso,
JESÚS________
Gracias por tu visita, Jesús. Vengas cuando vengas, siempre serás bien recibido. Ya ves, a falta de mayor inspiración, me dedicoa la teoría: tengo en preparación un sesudo análisis de Garcilaso y la canción petrarquista, pero ahora estoy de vacaciones dentro de las vacaciones y lo tengo algo interrumpido. Pronto lo continuaré porque es un tema apasionante, al menos para los que seguimos gustando de la poesía bien medida y bien rimada.
Un fuerte abrazo.
Francisco.
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