jueves, 14 de febrero de 2008

Buscar a Dios

Réplica amistosa a Pedro (Peter) de la Abarca


Pues cuando mueres no eres
¿cómo buscar a Dios, Pedro?

Tu viaje hay que hacerlo vivo,
buscando a Dios en tu centro,
allá junto al corazón,
carnes y sangres adentro.

Hay que buscarlo en tu hermano,
el que vive padeciendo,
ese que no vemos nunca
a nuestro lado muriendo,
y lleva a Dios en la frente
grabado en letras de fuego.

Buscar a Dios tras la muerte,
cuando ya quizá no estemos,
es dejar para otra vida
lo que en esta nos da miedo.

Por buscar a Dios, mi amigo,
no hay que marcharse tan lejos.

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