¡Ay triste, que vengo vencido d’amor,
magüera pastor!
Juan del Enzina – Cancionero de Palacio
El ciego Amor me puso tras tu huella;
te vi a una Luz que nunca te alumbraba,
un resplandor impar que te adornaba …
que a quererte me instó la noche aquella …
Al Antes y al Después de que esa estrella
me diera la evidencia que esperaba
un abismo sin fondo separaba:
Después yo era feliz y tú eras bella,
el Antes, simplemente, no existía …
¿Es ceguera esta Luz que resplandece
para el que la disfruta o la padece?
¿O bien, Revelación que el Cielo envía
a quien, habiéndola anhelado tanto,
ha de dejar vencido de su encanto?
Madrid, 12 de agosto de 2006
magüera pastor!
Juan del Enzina – Cancionero de Palacio
El ciego Amor me puso tras tu huella;
te vi a una Luz que nunca te alumbraba,
un resplandor impar que te adornaba …
que a quererte me instó la noche aquella …
Al Antes y al Después de que esa estrella
me diera la evidencia que esperaba
un abismo sin fondo separaba:
Después yo era feliz y tú eras bella,
el Antes, simplemente, no existía …
¿Es ceguera esta Luz que resplandece
para el que la disfruta o la padece?
¿O bien, Revelación que el Cielo envía
a quien, habiéndola anhelado tanto,
ha de dejar vencido de su encanto?
Madrid, 12 de agosto de 2006
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