Cuartetos monorrítmicos en eneasílabos dactílicos
La noche que empieza a caer
y, en negros, azules trasfunde,
inciertos temores difunde
que encogen el alma y el ser.
Seráfico espíritu puro
que riges las rutas del viento:
- Procura que tu movimiento
no altere el rigor de lo oscuro.
La mar que se estira y derrama,
tambor oscilante de espuma,
recoge su manto y perfuma
su fétido aliento de escama.
Sirenas de onírico canto
atraen al abismo al navío
sin ver el piloto el desvío,
absorto en el pérfido encanto.
Fantásticos duendes del aire,
horrendos abortos de tumbas,
vestiglos de las catacumbas
que medran del miedo al socaire,
y miasmas que el viento no barre,
y trasgos que incitan locura
y brujas que nadie conjura …
y son, y serán mi aquelarre.
viernes, 23 de mayo de 2008
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