Soneto moral
Un claxon en alarma repentina,
de una frenada extrema la estridencia,
de un golpe seco, duro, la violencia
y, una vez más, la muerte por rutina.
Sólo una cifra luego en la oficina.
(Estadística fría: indiferencia
del goteo de vidas sin clemencia
en un cruce, una acera o una esquina).
De tráfico, ritual, el atestado
da paso a la ambulancia y a la grúa,
urgencias de hospital y funeraria.
No limpia de cristales la amplia rúa,
se restablece el tránsito atascado.
No pasó nada: la hecatombe diaria.
Juzgar esta matanza inexorable,
rendirse a la desgracia por rutina
¿no suena a negligencia miserable?
Un claxon en alarma repentina,
de una frenada extrema la estridencia,
de un golpe seco, duro, la violencia
y, una vez más, la muerte por rutina.
Sólo una cifra luego en la oficina.
(Estadística fría: indiferencia
del goteo de vidas sin clemencia
en un cruce, una acera o una esquina).
De tráfico, ritual, el atestado
da paso a la ambulancia y a la grúa,
urgencias de hospital y funeraria.
No limpia de cristales la amplia rúa,
se restablece el tránsito atascado.
No pasó nada: la hecatombe diaria.
Juzgar esta matanza inexorable,
rendirse a la desgracia por rutina
¿no suena a negligencia miserable?
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