Sobrevivir es un arte:
oler quien lleva la vara,
y ponerse de su parte.
Hay quien le planta la cara
al viento y hay quien, más listo,
tras del que sopla se ampara.
Que ya lo tengo muy visto:
en esta lid puñetera
cuanto me adapto subsisto.
Y yerra quien desespera
en tanto que no le vienen
las cosas a su manera:
a mí por sabio me tienen
porque acostumbro a tomarme
las cosas tal como vienen.
Habida cuenta de la mala suerte que he tenido con los escritos irónicos, por cuanto pueden ser interpretados erradamente en sentido directo, ADVIERTO que cuanto aquí se dice en primera persona no supone la verdadera forma de pensar de quien lo escribe sino que tiene más bien la intención de poner en evidencia la hipocresía servil habitual de muchas personas para medrar en ambientes dominados por un Amo, Jefe o Señor, que tiene la sartén por el mango.
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